Excavaciones que iluminan la 'edad oscura' abulense

David Casillas
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Una semana de «fructíferas» labores arqueológicas realizada por Terra Levis con el patrocinio de la Diputación ayuda a conocer mejor detalles del periodo comprendido entre los siglos VI y VIII en la Sierra de Ávila y en el Valle Amblés

Excavaciones que iluminan la ‘edad oscura’ abulense

La nueva campaña de excavaciones que la asociación cultural Terra Levis-Masav ha llevado a cabo en tres yacimientos de la Sierra de Ávila –La Coba, en San Juan del Olmo, y el Palomar, en Chamartín– y el Valle Amblés –la Pared de los Moros, en Niharra– en el mes de octubre, gracias al patrocinio de la Diputación, ha arrojado unos resultados «extraordinarios» en lo que se refiere a restos inhumados y a conocimientos sacados a la luz, una riqueza de información para conocer «un pasado abulense muy conectado con el presente» que sus responsables quisieron ayer compartir con la sociedad abulense.

En la sede de la Diputación, con la mesa que ocupaban los responsables de esa tarea 'adornada' muy gráficamente con algunos de los interesantes restos que han desenterrado –piezas de metal y de cerámica–, el presidente de la Institución Provincial, Carlos García; el diputado de Cultura, Javier González; el presidente de Terra Levis, el arqueólogo Juan Pablo López, y uno de los arqueólogos participantes en las excavaciones, Carlos Tejerizo, resumieron la relevancia de lo hallado y la importancia de estudiar nuestro pasado y de divulgar al máximo esos conocimientos.

Comenzó Carlos García afirmando que la presentación de los resultados de esa excavación triple, que comenzó el 16 de octubre en el Palomar, «era un día importante que demuestra el compromiso de la Diputación» con el estudio y la divulgación de «nuestro pasado», un trabajo desarrollado en tres yacimientos que «sirve para conocer más de la época oscura que va del siglo VI al VIII» y con el que «queremos mostrar que es un privilegio invertir recursos para descubrir nuestros orígenes y escribir nuestra historia».

Excavaciones que iluminan la ‘edad oscura’ abulenseExcavaciones que iluminan la ‘edad oscura’ abulenseRecordó Juan Pablo López que «la apuesta que significa nuestro proyecto arqueológico» comenzó en 2017, teniendo siempre claro que a la labor de «investigación  del pasado había que unir la de la divulgación», y el fruto más reciente de ese empeño ha sido «una semana intensa y fructífera de trabajo»,

En La Coba, donde las excavaciones comenzaron en 2019, se había centrado siempre la atención en el poblado, pero en esta última campaña se apostó «como novedad por estudiar la necrópolis», y fruto de ello fue «la excavación de cuatro tumbas inéditas que nos depararon hallazgos excepcionales, ya que en tres de ellas aparecieron restos humanos, de dos personas en cada una», que en breve, fruto de los estudios de esos restos, permitirán conocer datos como la fecha de los enterramientos, la genética de los habitantes de aquel momento o su alimentación.

También se actuó en el poblado con la realización de «un sondeo pequeño pero muy fructífero, en el que encontramos conjuntos cerámicos completos».

restos romanos. En la Pared de los Moros, un yacimiento «del que conocemos su potencial, que se excavó entre los años 80 y 90 y del que hay poco publicado», no se hizo excavación sino una prospección por georradar sobre una superficie de 12.000 metros cuadrados, la cual ofreció la información de que se trata de «una villa romana de dimensiones considerables con peristilo y más dependencias, quizás incluso con un conjunto termal», unos hallazgos «muy prometedores que ahora habrá que confirmar en posteriores campañas de excavación».

Toda esta tarea, destacó Juan Pablo López, se ha realizado «trabajando con las gentes del territorio, que nos han ayudado y nos han explicado cómo se hacían algunas de las cosas que hacían sus antepasados», dando carta de realidad al deseo de que este proyecto «no sea sólo arqueológico sino también etnoarqueológico».

apuesta por la divulgación. Importante ha sido también, concluyó, «nuestra apuesta de divulgación de todo ello entre los escolares», concretada en el hecho de que durante el desarrollo de las excavaciones «han pasado por ellas 250 niños de varios colegios», no sólo para ver lo que hacían sino también para realizar ellos parte de esos trabajos de investigación.

Carlos Tejerizo destacó el hecho de que la Sierra de Ávila «sorprende más de lo que podríamos esperar, porque es difícil encontrar en España territorio con esa concentración de yacimientos», un enorme solar que está ayudando a «iluminar la 'edad oscura'» que se sitúa entre los siglos VI y VIII, siempre «poniendo el foco en la gente humilde que ocupó ese territorio en ese pasado altomedieval».

El Palomar comentó que han descubierto que se trata de «una comunidad aldeana formada por diez o doce familias, que a pesar de su pobreza recibían objetos de lujo como vidrios», un yacimiento del que aún no se ha descubierto la necrópolis pero del que «tenemos la sospecha de que los enterramientos tenían una conexión con los pasos ganaderos».

Conocer más sobre La Coba y sobre el Palomar, datados ambos entre los años 600 y 1.000, añadió, significa ahondar en conocimiento del «origen de la población actual de la Sierra de Ávila, porque la densidad de población que existió entonces originó los pueblos».

Con estos trabajos, que reconoció que son posibles gracias «a que se involucra en ellos la administración pública», se están llenando no pocos vacíos de conocimiento de aquella época histórica, con la importancia añadida de que «lo enfocamos desde la identidad de las comunidades y buscando la conexión explícita que puede haber entre lo excavado y la población actual».

Cerró la presentación el presidente de la Diputación para recalcar «nuestro compromiso con el estudio y la divulgación del pasado abulense» y para adelantar que «apoyaremos la campaña del próximo año, porque vamos a seguir invirtiendo cuando esté justificado hacerlo».