Mirandés B.
Iago Domínguez; Hodei, Jorge Arrechavaleta, Ferreres (Uzal, 76´), Asier Ortiz (Maiso, 76´), Raúl Sáenz, Guayo (Vázquez, 62´), Ekhiotz López, Hugo Zárate, Barto y Resano (Rosales, 76´).
Diocesávila.
Mario Velayos; Josito, Garri, Ángel Encinar, Fer Martínez (Pitu, 58´), Jorge Rodríguez (Mayorga, 58´), Miguel Muñoz (César González, 66´), Camilo (Choflas, 89´), Sergio Nogal, Nacho Peral e Iván Rodríguez (Diego Pérez, 58´)..
Árbitro.
Laín Pérez. Tarjetas amarillas a Ekhiotz López; Jorge Rodríguez, Camilo y Diego Pérez..
INCIDENCIAS.
Encuentro correspondiente a la octava jornada del grupo VIIIde la Tercera RFEF, disputado en el campo de Ence.
El CD Colegios Diocesanos logró un valioso empate sin goles en feudo de un rival directo como el CD Mirandés B en un partido trabado y siempre igualado, marcado por el viento y el mucho respeto de ambos equipos. Nadie sería capaz de imponer su control sobre el rival ni de dominar durante demasiados minutos. Las ocasiones escasearon de principio a final y al final el reparto de puntos se antoja como el resultado más justo, lo que por otro lado pareció dejar contentos a ambos conjuntos. Tal y como era de esperar habida cuenta de la complicada situación de ambos equipos en la tabla clasificatoria, de salida tanto el once dispuesto por el entrenador local José Manuel Trejo como el del visitante Iván Lastras saltaron al rectángulo de juego con mucha tensión a la hora de presionar la salida de pelota del oponente y con una vocación claramente defensiva quie dejaba muy poco margen a la sorpresa. Y es que aleccionados de la importancia de los tres puntos en juego entre rivales directos por la permanencia, ninguno de los dos conjuntos arriesgaría lo más mínimo en los primeros compases de un efrentamiento que se jugaría en todo momento a cara de perro y con generoso desgaste físico en cada balón dividido o segunda jugada, pues nadie quería cometer un error que pudioera costar un gol tempranero y colocar el resultado muy cuesta arriba a las primeras de cambio.
Así entre mucho balón directo y no pocos pelotazos sin contemplaciones, aunque con bastante interés de la grada por la gran actiutudque mostraban en todo momento los dos rivales, lo que en principio parecían ser unos minutos de tanteo se prolongaron hasta más allá de la media hora de juego, tiempo en el que sólo las acciones a pelota parada de unos y otros o alguna intentona aislada desde la lejana distancia, como una de Iván Rodríguez al filo del ecuador de la primera u otra de Nacho Peral ya a poco del descanso, serían las acciones de peligro más relevante.
De ahí al paso por los vestuarios pocas cosas sucedieron pues en una tarde desapacible el fuerte viento reinante tampoco ayudaría demasiado a dos escuadras ya de por sí nerviosas que en ningúnmomento serían capaces de imponer algo de control al encuentro.
Con el viento soplando con similar intensidad, el reinicio del partido sería muy parecido a todo lo visto anteriormente, un duelo trabado y lleno de imprecisiones donde las condiciones meteorológicas incomodaban aún más a dos rivales ya de por sí con pocas ideas. De tal manera que rondando la hora de partido entraron en juego los banquillos e Iván Lastras realizó de golpe un triple cambio en busca de un cambio de paradigma, pero lo cierto es que la contención siguió marcando el juego de ambos y los jabatillos siguieron sin pasar a puros ante un Dioce que lo intentaba pero que sólo generaba inquietud.
De hecho superado el ecuador de la segunda se vio la más clara y no fue tan peligrosa, con una exclente pelota parada botada por Diego Pérez que se paseó entre la multitud del área sin rematador. De ahí a la conclusión del encuentro la dinámica no varió y una vez más los dos contendientes optaron por no cometer errores y conformarse con un punto que tal y como están las cosas no parece del todo malo.