Ávila, la cuarta provincia con mayor tasa de centenarios

Sergio Jiménez
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Los resultados provisionales sobre el último trimestre del año del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan la pervivencia de 180 personas con 100 años o más en el territorio abulense

Ávila, la cuarta provincia con mayor tasa de centenarios - Foto: Alberto Rodrigo

España, según los datos actuales del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con una población de 48.946.035 habitantes. De todos ellos, 18.948 tienen una edad igual o superior a los 100 años, lo que supone una tasa del 38,71 por cada 100.000 personas (a fecha del 1 de octubre de 2024). 

Los fríos números llevan de la mano una interpretación que parecía impensable hace varias décadas: cada vez vivimos más y en mejores condiciones. Un avance derivado del progreso, de la mejora de medicina y de la alimentación, y de una sociedad más concienciada con la salud, que ha permitido elevar la esperanza de vida hasta unas cotas altísimas, al menos en nuestro país. El clima o la dieta mediterránea pueden estar detrás de ese retraso de la edad de defunción, pero también intervienen otros factores genéticos y, quizás, de suerte. Es probable que baste con el ejemplo de la 'supercentenaria' catalana Maria Branyas, fallecida este verano a los 117 años (catalogada como la octava persona más longeva de la historia), cuya supervivencia despertó la curiosidad y el estudio de algunos investigadores para conocer el secreto de su casi eterna existencia.

La provincia de Ávila no es ajena al incremento del número de personas centenarias. De hecho, se encuentra situada en los puestos más altos de la clasificación, no en números absolutos (180 personas, sexta de la comunidad y la 36 a nivel nacional), pero sí en tasa por cada 100.000 habitantes. Nuestro territorio ocupa el cuarto lugar de España y, curiosamente, también de Castilla y León, con mayor porcentaje de personas con más de 100 años. Cuenta con una tasa del 112,40, solo superada por Zamora (152,56), Soria (149,73) y Salamanca (117,61), también en la comunidad castellanoleonesa. Además, solo hay otras dos provincia españolas con una tasa superior a 100: Ourense (105,28) y Lugo (101,16). Por tanto, no es de extrañar que Castilla y León y Galicia sean, con diferencia, las autonomías con un porcentaje más alto sobre esta medición: 95,86 y 65,52, respectivamente.

Centrados en las estadísticas abulenses, hay un dato muy sorprendente: de los 180 centenarios de la provincia, 160 son mujeres (el 89%) por solo 20 hombres (el 11%). Es un hecho que las féminas viven más, quizás debido a un sistema inmunológico más desarrollado, o quizás a una mayor protección frente a las enfermedades cardiovasculares, o quizás a un mayor cuidado físico y social (menor consumo de alcohol y tabaco). También se dice que el enorme esfuerzo al que estaban sometidos los hombres hace décadas (largas y duras jornadas de trabajo en el campo, la construcción, la mina u otras profesiones similares) afectaba a su salud, de ahí que tuvieran una menor supervivencia. Pero, en el caso de Ávila, la desproporción entre hombres y mujeres centenarias es abismal. Cuál es la explicación, se desconoce.

Otro dato interesante es que el número de personas centenarias en la provincia se ha doblado, prácticamente, en los últimos tres años y medio. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística del segundo y tercer trimestre del 2021 establecían que, por entonces, había 94 personas en Ávila con una edad mínima de 100 años. Sin embargo, ese periodo ya finalizó por encima de la centena (110). Y, desde ahí, la línea no ha dejado de subir: 112, 125, 131, 132 (fin de 2022), 135, 139, 143, 146 (fin de 2023), 150, 165, 174 y los 180 de la actualidad. Es cierto que los datos desde el segundo trimestre de 2023 hasta ahora son aún provisionales, pero aun así, reflejan un marcado y esperanzador ascenso.

Es evidente que la población de la provincia de Ávila (160.142 habitantes, según refleja el INE) está muy envejecida y que, sumado al hecho de que cada vez es más complicado retener al talento joven, no es extraño que se haya estancado el número de personas que habitan nuestras tierras. El fantasma de la despoblación sigue pululando sobre nuestros cielos (lo mismo que sucede con Soria, la menos habitada de España, Teruel, Palencia, Segovia u otras con características similares), pero, al menos, hay un dato que nos hace sentir orgullosos: cada vez hay más personas que viven más allá de los 100 años en Ávila. Quizás sea por el aire de la Sierra de Gredos, o por el cereal que se cultiva en La Moraña, o por el calor que desprenden las piedras de la Muralla. O, a lo mejor, es por la calidad de vida y la paz que se respira en estas tierras. Vaya usted a saber el por qué. Pero la realidad y los datos ahí están y reflejan una esperanza para el futuro de nuestra provincia.

Una esperanza de vida media de 83,41 años

Relacionado con el incremento de personas que consiguen superar el siglo de vida está el índice de esperanza de vida al nacimiento, el mejor indicador para conocer los años de supervivencia de la población. La provincia de Ávila, con una media 83,41 años, tiene una de las tasas más altas de España, según los datos del 2022. En concreto, ocupa el puesto número 13 del ranking nacional, por detrás de Madrid (84,76), Segovia (84,41), Álava (84,13), Salamanca (84,12), Valladolid (84,09), Burgos (83,87), Navarra (83,85), Toledo (83,77), Guadalajara (83,72), Barcelona (83,69), Zamora (83,62) y Ourense (83,58). Si se tiene en cuenta que la esperanza media en España es de 83,08 años, el territorio abulense se encuentra 33 décimas por encima. Unos datos que, en ambos casos, contrastan con los mismos de hace cinco décadas, en las que la esperanza de vida superaba por poco los 75 años. De nuevo, los territorios de Castilla y León encabezan este listado, copando seis de los 13 primeros lugares. Aunque quizás lo que más sorprenda sea la presencia tan arriba de Madrid y Barcelona, las provincias más habitadas de España. Volviendo a Ávila, la esperanza de vida es, sin embargo, menor en los hombres (81,43) que en las mujeres (85,53). Una brecha que sigue sin estrecharse.