La semana pasada concurrieron distintas noticias que pueden marcar el futuro universitario de la ciudad de Ávila. La presencia del futuro rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, dando a conocer sus intenciones para el campus de Ávila; la aprobación por parte del Consejo Rector de la Fundación Cultural Santa Teresa y de la Comisión de Cultura de la Diputación del expediente para llevar a cabo la enajenación del antiguo Colegio de Huérfanos, en la actualidad Centro de Estudios Universitarios que acoge la dependencias de la Universidad Católica de Ávila y del Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y por el último el traslado que puede traer aparejada esa enajenación de las dependencias de la UNED al Palacete de Nebreda al inicio del curso 2025-2026, dan claves que pueden ser muy relevantes para el futuro de ese anhelo en el que se lleva años trabajando para fortalecer a Ávila como ciudad universitaria. Un hecho que, paso a paso, comienza a tomar forma, aunque aún hay mucho camino que recorrer para contar con unos campus y un ambiente universitario que pueda competir con otras ciudades que tienen ganando ese reconocimiento a pulso.
La enajenación por parte de la Diputación Provincial del Centro de Estudios Universitarios así como de toda la finca que lo rodea debería permitir a sus futuros propietarios desarrollar un ambicioso proyecto universitario en el que a esas infraestructuras se le añadan otras que amplíen esa dimensión de campus, como pueden ser instalaciones deportivas (no hay que olvidar, por ejemplo, la presencia de ese campo de fútbol abandonado ubicado en la entrada de ese espacio). Las posibilidades, por tanto, que se abren son amplias y con ello seguro que saldrá ganando la ciudad de Ávila.
Como también es fundamental que ese campus de la USAL gane en protagonismo, logrando una unión funcional de todas sus dependencias, contribuyendo a generar un verdadero ambiente universitario en todo ese espacio, en el que los estudiantes puedan contar y disfrutar de unos servicios complementarios a la actividad educativa que reciben. Es uno de los objetivos que se ha marcado Corchado, y confiemos que pueda llevarlos a buen término, como ese deseo de multiplicar la cifra de alumnos, aunque para ello habrá que seguir fortaleciendo la oferta de titulaciones.
Y en cuanto a la UNED, el hecho de contar con unas instalaciones para su uso exclusivo, en un edificio histórico del centro de la ciudad, también debe repercutir de forma muy positiva en su futuro, y en seguir acercando alumnos a sus titulaciones.
Estamos, por tanto, ante tres proyectos universitarios que afrontan el futuro con optimismo, y ello debe repercutir en beneficio de Ávila, para seguir posicionándose con fuerza como ciudad universitaria.