MANUEL Arribas tomó las riendas del Ayuntamiento de Sanchidrián hace prácticamente un año. Actualizar las instalaciones y servicios, gestionar bien el presupuesto y atender a los vecinos son sus prioridades, una tarea que compatibiliza con su cargo de diputado del PSOE.
¿Cómo están siendo estos primeros meses de mandato?
Muy ajetreados. Nos encontramos un pueblo con muchas carencias, con una falta de actualización en los suministros y en dependencias, y lo que estamos haciendo es intentar actualizar todo eso para mejorar el servicio. Una de las primeras acciones fue la remodelación integral de la guardería, un sitio que no estaba en condiciones para poder desempeñar ese servicio. Estaba en precario y hoy tenemos once niños.
¿Se encontró sorpresas?
Sorpresas no porque yo ya era concejal y además como vecino del pueblo ves todos los días falta mantenimiento. Sanchidrián es un pueblo en el que durante muchos años no habido grandes inversiones, hasta que se hizo la nueva Casa Consistorial, y se había ido parcheando hasta que llegamos nosotros, que estamos invirtiendo en esas mejoras que necesitaban las instalaciones, como el polideportivo, el centro de día, la guardería o un gimnasio municipal que hemos creado nuevo. Sanchidrián necesitaba un lavado de cara integral y se lo estamos dando.
¿Cuáles son sus objetivos?
El principal objetivo de este año es la remodelación de la plaza. Sanchidrián tiene una plaza mayor que no está a la altura y vamos a hacer una inversión de 480.000 euros. En unos días finaliza la licitación de las obras y va a ser un punto de encuentro, un sitio que, aunque va a ser abierto al tráfico, se va a poder peatonalizar en función de las épocas y fechas del año porque va a tener bolardos telemáticos. Se van a poner zonas de árboles y fuentes para una remodelación integral. Va a ser la obra de mayor importe económico, junto con la Casa Consistorial.
¿Algún proyecto en marcha más?
Este año hemos remodelado la piscina ampliando 500 metros cuadrados de pradera para el verano y con un nuevo bar, hemos cubierto la pista de pádel, hemos instalado un sistema telemático para que se pueda reservar la pista de pádel y hemos adecentado el perímetro de la ermita. Además, en todo el paseo que une el pueblo con el barrio de la Virgen del Pradillo se han instalado jardineras y árboles, en una plantación que hicimos con los niños del municipio. Este año ya están dando sus primeros frutos, está muy bonito y esperamos que sea un paseo en el que tengamos sombra porque este barrio aglutina a la quinta parte de la población. Fue un día muy bonito al que no estábamos acostumbrados, Sanchidrián históricamente no ha tenido grandes eventos.
¿Hay problemas de despoblación?
Ahora tendremos unos 765 habitantes y tenemos la tremenda suerte de tener industria. Tenemos una fábrica de fertilizantes que emplea a 120 personas, la antigua fábrica de tejas y prácticamente te diría que tenemos pleno empleo.
¿Por la ubicación?
Por la ubicación no tanto, es verdad que es el nudo de la A-6 y la antigua carretera a Salamanca, pero nuestro polígono no es algo que se haya explotado mucho, como el de Villacastín. Aquí tenemos industrias arraigadas desde hace tiempo, lo último es una fábrica de embutido, pero no hay mucha industria nueva.
¿Y no es algo que quiera potenciar?
Sí, el problema que tenemos es que el polígono no ofrece ya muchas posibilidades, está agotado. Las parcelas eran de particulares que se vendieron con ciertas cláusulas, datan de los años 70 y aquello no se explotó en condiciones y nos ha lastrado. Ahora no hay posibilidades de ampliación del polígono, podríamos estudiar la implantación de otro polígono en otra zona, pero no es algo que pueda hacerse de inmediato y con la proximidad de otros polígonos tenemos más complicado que algunas empresas quisieran instalarse aquí. Pero oye, si alguna empresa quiere no habría ningún problema, pondríamos todo el terreno disponible y todas las facilidades. Nosotros lo que queremos es que las industrias que ya están puedan mantenerse porque dan empleo a muchas personas, en muchos casos chavales jóvenes.
¿Y a qué se dedican el resto de vecinos? ¿hay mucha agricultura?
Agricultura no tanto, lo que sí tenemos son bastantes empresas y autónomos de construcción, como una docena, que principalmente prestan servicios en el municipio y las urbanizaciones de alrededor. También tenemos granjas. Y prácticamente tenemos pleno empleo, no hay una gran demanda y a veces nos cuesta encontrar gente cualificada para determinados puestos. Aquí tenemos una población búlgara bastante importante, con mucho arraigo en el municipio que están empezando a comprar viviendas en propiedad y con hijos ya totalmente integrados. Una tercera parte de los alumnos del colegio son de descendencia búlgara, así que es un colectivo importante y, de hecho, intentamos hacer actividades para ellos, como extraescolares. Nuestra apuesta es que los niños estén en igualdad de condiciones, en cuanto a las actividades pero también respecto al material, y ahí también hicimos una importante inversión.
¿Cómo está el Ayuntamiento económicamente?
Está bien, la verdad es que nos lo encontramos muy bien. Si hay algo que puedo decir es que no se invirtió, pero ahorraron. Nos encontramos un Ayuntamiento saneado, sin deuda y con un remanente de tesorería muy importante. Eso ha facilitado las cosas. La Corporación anterior no invirtió pero tampoco derrochó, gestionó el Ayuntamiento muy austeramente. Y nosotros no es que lo vayamos a gastar, vamos a invertir en las cosas que necesitan el pueblo y los vecinos.
¿Cuál es el presupuesto?
Un millón de euros, y con el remanente de tesorería andaremos cerca del millón y medio. Pero todo lo que estamos haciendo es con fondos propios, aunque también tenemos ingresos de otras administraciones. Ahora estamos haciendo el parque infantil nuevo, hemos plantado 600 m2 de césped, hemos puesto columpios, vamos a poner mesas de merendero y se van a quitar todos los elementos que representaban un peligro para los niños. También hemos hecho un apartado para que los mayores puedan jugar a la calva, que hay afición, y estamos buscando la instalación para hacer dos campos de calva permanentes.
Vamos, que tienen margen para hacer cosas...
Sí, margen hay, el problema es que tenemos muchas cosas que actualizar en cuanto a suministros y saneamientos. Por ejemplo, nos hemos encontrado que las actuaciones eléctricas no estaban en buen estado y cada reparación cuesta dinero. Además hemos tenido incidencias como la borrasca Juan y la caída de un rayo en el depósito del agua. Hay un presupuesto importante pero es un pueblo que genera un gasto continuo elevado. Hay que gastar mucho, por ejemplo, para tratar el agua, que tiene nitratos, y tenemos un territorio bastante extenso y a la hora de desbrozar cuesta mucho.
¿Cómo va la ejecución de su programa electoral?
Bien, para cumplirse un año en unos días podemos decir que vamos cumpliendo los objetivos; tan solo tenemos un gran pesar, y es que nos comprometimos a que la piscina fuese gratuita para los empadronados y dos meses después de las elecciones el Procurador del Común informó, en base a una sentencia del Tribunal Supremo, que los municipios no pueden establecer tarifas diferenciadas a personas empadronadas y no empadronadas por el uso de piscinas públicas. Así, con arreglo a la ley, hemos tenido que acatar la sentencia y, como compensación, hemos decidido invertir en la mejora de la piscina la cantidad destinada a esa gratuidad. Sabemos que no es lo mismo, pero hemos iniciado una reforma que durara los tres años de mandato y que nos va a permitir disfrutar de unas mejores instalaciones.
¿Cómo fue la acogida al nuevo equipo de gobierno? Llegó a denunciar unas pintadas...
El tema de las pintadas fue algo aislado que no ha vuelto a repetirse, lo que más que dolió fue que fuera en la casa de mis padres, aunque la respuesta del pueblo fue unánime. El PSOE nunca había ganado las elecciones aquí y en general la acogida fue buena, aunque al principio no todo el mundo (de la otra parte) encajó bien la derrota. Tuve dos aspectos en contra muy importantes, unas semanas antes de la campaña saltó la noticia de la trama del 'Tito Berni', una gran mentira en la que me involucraron sin tener nada que ver, que quedó en nada y se utilizó en mi contra, y que mi rival era un primo con el que no me hablaba desde hace 30 años. Todo apuntaba a que no iba a ganar, pero tenía el respaldo del partido a nivel federal.
¿Y usted creía en la victoria?
Está feo decirlo, pero yo tenía la convicción de que sí, sabía que tenía el mejor equipo, teníamos un proyecto muy bueno y trabajamos mucho explicándolo, puerta a puerta, y la gente lo hizo suyo. En un pueblo en el que históricamente gana el PP es difícil darle la vuelta. Al mes concurrimos con otro proceso electoral con el mismo candidato y, aunque quedé cerca, no volví a ganar. La aceptación fue buena y la gente se da cuenta de que estamos haciendo realidad muchas de las demandas. Es verdad que todos los vecinos somos inconformistas por naturaleza, yo el primero. Ahora estamos explicando el motivo de empezar las obras de la plaza en cuanto se adjudiquen y no es otro que si aprovechamos los meses de más luz y mejor clima la terminaremos antes, en tres meses.
¿Qué necesidades tiene Sanchidrián de otras administraciones?
Principalmente necesitamos ayuda para reacondicionar el centro médico y el colegio, a los que queremos dotar de climatización. Es un centro educativo construido con un diseño vanguardista y paredes de cristal que hacen efecto invernadero y hay momentos en los que la temperatura es muy elevada. Nos gustaría que la ayuda de la Junta fuese mayor, algo que ya hemos demandado.
¿Y al Gobierno? ¿Alguna asignatura pendiente?
Las peticiones al Gobierno se refieren a las conexiones, a mejorar los accesos en materia de seguridad e iluminar el cruce con la A-6, como pasa en otros municipios.
¿Cómo compatibiliza su cargo de alcalde con el de diputado?
Eso es una auténtica locura y no sé ni dónde vivo. Mi casa está en Ávila, pero en una semana normal, por ejemplo, me tengo que repartir entre el Ayuntamiento, el Congreso de los Diputados y Ferraz, a lo que se suman los actos del fin de semana y que mi pareja también vive fuera. Pero yo aquí soy feliz, me encanta venir por las mañanas e ir con los trabajadores y ver lo que hay que hacer. Esta es la política más cercana y donde tienes el trato más directo con el ciudadano. Allí aprobamos la reforma laboral y nadie me ha parado para darme las gracias, pero aquí he cambiado una bombilla y me ha pasado. A veces se pueden solucionar los problemas con poco, hay que tener voluntad.
¿Con qué se queda?
Con la gratitud de la gente, porque la gente ve que estás en sus problemas, en su farola, su banco, en su avería, en lo que les afecta.
¿Cómo está el PSOE de Ávila? ¿Ha superado los problemas internos?
Sufrimos un proceso bastante duro en que el que muchos compañeros abandonaron el partido y eso nos debilito muchísimo, el partido necesita un proyecto de unidad y de integración, un proyecto que sea atractivo para que los ciudadanos confíen en el PSOE como alternativa al PP. En Castilla y León, igual. Tenemos un proyecto, el de Luis Tudanca, que lleva 12 años y que en dos años perdió cerca de 120.000 votos y siete procuradores, lo que hace indicar que es un proyecto algo agotado. Tendremos que hacer un ejercicio de análisis y reflexión, para ver si queremos volver a concurrir con ese proyecto o hay que buscar uno nuevo que nos permita gobernar en la región. Será la militancia quien decida.
Un último mensaje para los vecinos de Sanchidrián.
Son cuatro años de ilusión y de progreso, en 2027 tendremos un pueblo mejor que el que teníamos, un pueblo más atractivo para vivir y para invertir; tenemos todo para que la gente se quede.