Duelo cumbre entre las necesidades

Iñaki Dufour (EFE)
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La Portugal de Cristiano y la Francia de Mbappé se miden en un partido en el que ambos quieren acabar con su sequía goleadora

Duelo cumbre entre las necesidades - Foto: EFE

Entre la memoria del éxito o del fracaso que despierta la final de 2016, Francia y Portugal se enfrentan hoy en un desafío total en los cuartos de final de la presente Eurocopa, favorito contra favorito, con el duelo de los duelos del torneo: Cristiano Ronaldo frente a Kylian Mbappé.

Es la última ocasión para el astro luso, ante su posible despedida del torneo continental, con el objetivo único de ser campeón a sus 39 años. Ya lo fue en París, en aquella final de hace ocho años. No hay términos medios ni para él ni para su selección. Tampoco para los galos ni para su estrella, ante su segunda oportunidad, aún presente el penalti que falló en la última eliminación de su equipo en la edición anterior, en los octavos de final ante Suiza.

Mbappé contra 'su' invencible Cristiano Ronaldo; enfrentados ante el gol y ante dos estupendos guardametas, Mike Maignan y Diogo Costa, dentro de la secuencia de duelos colectivos e individuales por todo el terreno, en cada línea, de alto voltaje y suma importancia. Cada detalle cuenta entre dos conjuntos tan preparados y tan repletos de talento.

La vertiginosa banda izquierda Nuno Mendes-Rafael Leao contra el momento de Jules Koundé y la destreza global de Antoine Griezmann. O el fútbol de Bruno Fernandes y Vitinha, su agilidad, su visión, su creación, contra la fuerza de Aurelien Tchouaméni, la omnipresencia de N'Golo Kante y la titularidad, quizá, de Eduardo Camavinga, que opta al hueco que deja la sanción de Adrien Rabiot.

El desborde de Mbappé contra Joao Cancelo. El ingenio de Bernardo Silva contra la velocidad de Theo Hernández, advertido por cómo le buscó la espalda Yannick Carrasco con Bélgica el pasado lunes. La jerarquía de Pepe y Rubén Dias contra Marcus Thuram… Y, otra vez, el nuevo fichaje del Real Madrid. Y el momento de William Saliba y Dayot Upamecano contra la ambición del veterano Cristiano Ronaldo.

Todo o nada

No hay futuro en la Eurocopa 2024 ni consuelo para el perdedor del choque en el Volksparkstadion de Hamburgo, el centro del mundo del fútbol por un día, para someter a una prueba de fuego, exhaustiva, imprescindible, a dos de los mejores combinados del presente continental, más por nombres y por apariencia que por el desempeño realizado en esta competición, por donde circulan entre más dudas que certezas.

Bien podría haber sido una final, pero hoy es 'solo' un partido de cuartos, porque Francia trastabilló en la primera fase, empatada por Polonia y Países Bajos y ganó por la mínima frente a Austria, primero, y Bélgica, ya en octavos de final, después. Sigue en liza una versión distante de su mejor aspecto. Y eso la traslada a un lugar todavía más amenazante por su capacidad para resurgir.

Portugal, en cambio, sí fue primera de grupo. Dentro de la previsión más acorde a su nivel. Pero tampoco convence. El 0-3 a Turquía fue lo mejor que ha hecho en esta edición del torneo. Derrotada por Georgia después, en octavos estuvo al límite frente a Eslovenia, hasta la irrupción de Diogo Costa, salvador antes y después en los penaltis.

El déficit está en ataque. Es evidente en la selección gala, que remató 69 veces para acertar tan solo en una por méritos propios (de penalti de Kylian Mbappé). Los otros dos tantos fueron en propia puerta. Ya nadie esconde la preocupación en 'Les Bleus', inicialmente conformes con crear ocasiones, pero ya alertados por la tremenda ineficacia en campo rival.

Tampoco Portugal se siente a su altura en el ataque. Mientras Cristiano Ronaldo insiste en el gol, con 20 remates aún sin solución, por primera vez en una fase final de una gran competición sin un solo tanto a estas alturas, su equipo atraviesa ya cuatro horas de juego sin batir la portería contraria, desde el 0-3 a los otomanos.

La única duda en el cuadro francés es quién sustituirá a Adrien Rabiot, sancionado, en el centro del campo. Camavinga podría tener su oportunidad.

En el plantel luso, no hay bajas. Roberto Martínez apostará por el mismo once tipo que manejó en la segunda y la cuarta cita del torneo.