Todavía es diciembre, todavía la jornada 18ª, todavía queda la mitad de la Liga… pero estos campeonatos tan equilibrados se definen en pequeños detalles, quizás un punto, quizás el mero golaverage particular. De ahí que el Barça-Atlético sea un duelo al que merece sacarle punta por todo el campo, aunque hay cuatro claves que marcan a priori el devenir del choque.
Sin Yamal
La ausencia de Lamine Yamal es un drama para el Barça y una 'bicoca' para los rivales. El cuadro culé pierde a su único encarador, el futbolista que busca el uno contra uno en caso de atasco y, habitualmente, logra desatascar situaciones complicadas. Su lesión de tobillo (tres semanas de ausencia) dibuja a un equipo más previsible… pero sobre todo otorga a sus rivales mayor libertad por el costado izquierdo. Sin Lamine sobre el césped, los carrileros de Real Sociedad (1-0) y Celta (2-2) tuvieron menos trabajo, las vigilancias se relajaron y los atacantes percutieron duro sobre un Koundé errático y con más trabajo de la cuenta. En esa banda, Javi Galán se ha asentado en el flanco, Gallagher (si no está Lino) se deja caer hacia la izquierda e incluso Julián Álvarez tiene como favorito ese espacio entre lateral derecho y central. Simeone tratará de aprovechar esa debilidad manifiesta de su oponente.
El eje
Adueñarse del centro del campo no ha sido nunca una prioridad para Simeone. Es decir: entregar la pelota y quedarse en cifras bajas de posesión no es sinónimo de 'sufrir', y durante mucho tiempo ha construido (a pesar de tener piezas para poner más fútbol sobre el tapete) un bloque letal al contragolpe. Sin embargo, kilo a kilo, el bloque central del 4-4-2 rojiblanco tratará de imponerse al del 4-2-3-1 azulgrana -si es que Flick, a pesar de la baja de Lamine, mantiene la estructura-. El De Paul-Barrios con Gallagher y Giuliano en los apoyos parece un mediocampo más poderoso que el azulgrana, en el que Casadó ha terminado formando pareja con Pedri (cuya libertad creativa queda lejos de la portería rival) detrás de esa colección de estupendos mediapuntas (Olmo, Gavi o Fermín) buscando constantemente el juego entre líneas. Teniendo en cuenta que el Atlético no haría ascos a un empate (quedaría en igualdad de puntos a falta del duelo ante Osasuna del 12 de enero, 19ª jornada), es previsible que Simeone imagine una pizarra de guerrillas y poco espacio similar a los dos últimos del Barça en su estadio (Las Palmas y Leganés), sellados ambos con victorias visitantes.
Factor Griezmann
Antoine Griezmann será la pieza clave en uno de los escenarios que más le han gustado durante su carrera: un rival con la línea muy adelantada y mucho espacio a su espalda. El 'viejo Antoine' fue uno de los que mejor interpretó estas situaciones y se hinchó de meter goles tirando desmarques al hueco con la Real Sociedad y en su primera etapa con el Atlético. Ahora, a los 33 años y en un papel más creativo, sigue teniendo el mapa del campo en la cabeza y es de los que mejor construye las contras del planeta: necesita poco tiempo y pocos toques, lleva mucho tiempo haciéndolo con Francia y tiene una serie de jugadores (Julián, Simeone o incluso Marcos Llorente en la irrupción por el carril derecho) para romper esa línea del fuera de juego que fue la envidia del planeta y ahora ya parece un 'invento' fácil de desarticular. No es descartable que Flick plantee una vigilancia especial (Casadó) sobre el atacante galo: que no reciba ni se gire.
Referencia
Con Lewandowski hay que hacer una distinción entre «temporada» y «momento»: su campaña es asombrosa, porque lleva 23 goles en 23 partidos a sus 36 años. Pero su lapso de tiempo actual deja dudas: marcó 14 tantos en los 11 primeros duelos de Liga… y lleva solo dos en los últimos siete, ambos además marcados en salidas (Celta y Betis) en las que el Barça empató (2-2). Fallón e incluso nervioso, el polaco necesita recuperar una versión digna ya no tanto de cara al gol como en la labor de 'fijar centrales': Lenglet y Giménez no son especialmente dinámicos, pero la presencia de un buen Lewandowski es necesaria para la irrupción de un Raphinha más libre entre lateral y central, o de llegadores de segunda línea (los últimos partidos de Dani Olmo también han suscitado dudas entre los azulgrana.