Llega el calor, tiempo de ropa de marga corta, helados y algún viaje a la playa... Para otros es tiempo de vigilancia y control para evitar los incendios forestales y los daños que pueden llegar a producir.
Como cada verano, se establece un operativo de lucha contra los incendios que depende principalmente de la Junta de Castilla y León. Insisten desde esta institución en que es un dispositivo autonómico, pero lo cierto es que cada provincia tiene unos medios que, en el caso de Ávila, llegan a unas 600 personas velando contra los incendios.
Son los datos que ofrecen las fuerzas sindicales, puesto que la Junta de Castilla y León insiste en no dar datos provincializados. En este caso son palabras de Javier Vila, agente medioambiental y secretario provincial de medio ambiente de FSP-UGT, que explica que es el mismo operativo que se dispuso el año pasado, aunque destaca que es «la misma gente pero entra más tarde». Se refiere en concreto al caso de las 19 cuadrillas establecidas para Ávila donde, por el momento, solo están trabajando cinco y se espera que a lo largo del verano se incorporen el resto. Esto se debe a que se acaban de renovar los contratos con las empresas privadas y según se vayan firmando comenzarán el trabajo, por lo que el año que viene no se dará esta circunstancia.
En todo caso, Villa comenta que por el momento la climatología ha acompañado por lo que hay «tranquilidad en principio» porque no se cree que pueda haber un incendio importante, que en todo caso son imposibles de prever.
En cuanto a la situación de los agentes, destaca la reducción del 10 por ciento de las retribuciones, lo que provoca un «descontento generalizado», destacando además que en otros servicios de guardias no se ha producido.
Por el momento, las cuadrillas están trabajando en desbroces y podas, con trabajos que consideran que se deberían hacer antes de comenzar la campaña contra incendios pero que se están ejecutando actualmente mientras se está pendiente de ver si se produce algún incendio.
Esta es la labor de estas cuadrillas, aunque lo cierto es que el operativo está formado por mucho más personal y medios materiales, por ejemplo con las autobombas que se distribuyen en 16 municipios, mientras que se mantiene un retén en el Puerto del Pico, así como los puestos de vigilancia distribuidos por diferentes zonas, según la información proporcionada por la Junta de Castilla y león.
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