Alegría, tristeza, ira, asco y miedo son las cinco emociones que viven dentro de la mente de Riley, la protagonista de la película de animación 'Del Revés'. Unas emociones en las que se trabaja durante este curso en las ludotecas municipales y que este sábado también fueron protagonistas de la fiesta que, con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño, que tiene lugar cada año el 20 noviembre, el Ayuntamiento de Ávila celebró en el Episcopio y en la que se dieron cita unos 150 pequeños, acompañados por sus papás o familias.
Y aunque el objetivo en esta jornada era trabajar sentimientos y emociones lo cierto es que fue la felicidad, la risa y la alegría fueron las que protagonizaron esta fiesta en la que pequeños como Marieta, Clara, Emma o Daniela disfrutaron a lo grande de la música, los juegos y, sobre todo, de compartir un rato con otros niños y niñas, muchos de ellos 'viejos conocidos' por ser también usuarios habituales de las ludotecas municipales.
'La magia vive en ti' es, como explicó Paloma del Nogal, la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ávila, el lema de este curso en las ludotecas municipales donde a lo largo de este año se trabajará a través de distintas actividades para que los más pequeños aprendan «a valorarse, a desarrollarse emocionalmente, a ser empáticos y a ayudar a los demás».
«Nos centramos en el derecho a una protección especial física, mental y emocional de los niños, en el derecho al juego, al amor y a la protección», explicó por su parte Mari Cruz Gutiérrez, coordinadora de las ludotecas, las patas sobre las que se articula este servicio municipal donde se pone mucho énfasis «en el desarrollo de la salud emocional y salud mental» de los pequeños a través del juego, que no deja de ser un «recurso innato» en los niños y por tanto un elemento «muy motivador».
Así, durante esta fiesta los más pequeños de la ciudad participaron en juegos donde se trabajó el amor, a través de muchos besos y abrazos; pero también la calma, mediante el cuento de la tortuga, y otras emociones como la alegría, con animados bailes. También, el miedo y el enfado, aunque de esto último hubo poco este sábado tan divertido en el Episcopio.