Cerca de medio centenar de familias, concretamente 48, se han podido asentar en otros tantos pequeños municipios de la provincia de Ávila gracias al Programa Rehabitare, que promueve la Junta de Castilla y León con la colaboración de ayuntamientos, Diputación y Obispado. En total han sido las viviendas rehabilitadas desde el año 2016 cuando se puso en marcha este programa y con una inversión cercana a los tres millones de euros, concretamente 2,648 millones, según los datos facilitados a este periódico por la Delegación Territorial de la Junta en Ávila.
El 2016 fue el año de la puesta en marcha de este programa de rehabilitación de viviendas que pretende rehabilitar viviendas propiedad de los ayuntamientos para destinarlos a familias y personas vulnerables. En este primer año fueron cinco los municipios que se a cogieron a este programa y los ayuntamientos, sus propietarios, consiguieron poner en el mercado de alquiler otras tantas viviendas. Algo muy importante para el futuro de los pequeños pueblos porque, a pesar de tener muchas viviendas vacías, es un problema encontrar casas en alquiler para el asentamiento de nuevas familias. Los pueblos que participaron fueron Crespos, Maello, Muñana, San Bartolomé de Pinares y Solana de Rioalmar.
Un año después, el 2017, fueron tres los municipios que se sumaron a esta iniciativa. Fueron Navatalgordo, Pedro Bernardo y Hoyos del Espino. En el 2018, fueron cuatro los municipios que se sumaron, Benitos (Narrillos del Rebollar), Mirueña de los Infanzones, Mamblas y Villanueva de Ávila. Este año 2018 el Obispado firmó un convenio con la Junta para la rehabilitación de dos casas rectorales en Balbarda-La Torre y en Navatalgordo, que también se acogieron a este programa.
En el año 2019 fueron otras tres las viviendas restauradas propiedad de ayuntamientos de la provincia, Barromán, Hoyocasero y Moraleja de Matacabras. El año 2020 el número de casas restauradas se elevaron a seis. En concreto fueron las de Cabezas del Pozo, Rasueros, Higuera de las Dueñas, Navalosa, Nava de Arévalo, y Villaflor.
En el año 2021 se produjo una novedad, la firma del convenio con la Diputación, que entraría ese año en el Programa. Aunque la Junta sigue de forma individual con los ayuntamientos, por otra línea de ayudas de este programa. Este paso dado por la Diputación permitió que el número de viviendas a rehabilitar se incrementara y ese año fueran nueve las casas que pudieron reformarse, cinco con el convenido directo Junta-ayuntamientos de los municipios y otras cuatro más que fueron las primeras que se rehabilitaran gracias al convenio Junta-Diputación y ayuntamientos. En el primero de los casos Junta-Ayuntamientos se acogieron los ayuntamientos de Bernuy de Zapardiel, Bravos, Castilblanco (Muñogrande), Santo Tomé de Zabarcos y San Vicente de Arévalo. Gracias al convenio con la Diputación se beneficiaron los pueblos de Cabezas de Alambre, Navarredonda de Gredos, Rivilla de Barajas y Santa Cruz del Valle. Este convenio Junta-Diputación se ha venido repitiendo en años sucesivos, beneficiando de esta forma a nuevos pueblos de la provincia.
El año 2022 fueron seis los pueblos que pudieron reformar viviendas propiedad de sus ayuntamientos para ponerlas en el mercado del alquiler gracias a los convenios de estos ayuntamientos con la Junta de Castilla y León. Fueron los municipios de San Martín de la Vega del Alberche, Santa María de los Caballeros, Gavilanes,Mingorría, Cardeñosa y San Pedro del Arroyo. Este año 2022 fueron tres los pueblos que se acogieron al convenio con la Diputación-Junta. Son Cabezas del Villar, San Juan del Olmo y Pedro Rodríguez.
El año en curso han sido cuatro los municipios acogidos al convenio con la Junta y otro más se ha sumado al convenio Junta-Diputación. En cuanto a los primeros son Gallegos de Altamiros, Muñogalindo, La Horcajada y Herradón de Pinares. El municipio que se ha acogido al convenio Diputación-Junta ha sido Santo Domingo de las Posadas. Todas estas obras de los municipios acogidos al programa en el año 2023 se encuentran bien en ejecución o en licitación (en uno de los casos).
Objetivo. El programa Rehabitare tiene como objetivo incrementar el parque público de alquiler social de la Comunidad y fijar población en el medio rural, a través de la recuperación de inmuebles en desuso que sean de titularidad municipal. Su finalidad prioritaria es atender las necesidades habitacionales de los colectivos de especial protección relacionados en el artículo 5 de la Ley 9/2010, de 30 de agosto, del derecho a la vivienda de la Comunidad de Castilla y León, particularmente de los jóvenes. En suma, este programa de rehabilitación de viviendas sirve para recuperar edificios que puedan ser destinados al alquiler social de manera que se consigue optimizar los recursos municipales, restaurar inmuebles valiosos patrimonialmente, revitalizar los espacios tradicionales del entramado urbano municipal y, sobre todo, fijar población en el medio rural con la puesta a disposición de las viviendas rehabilitadas, en régimen de alquiler social, en favor de los citados colectivos de especial protección.