Leyenda vida del flamenco, Carmen Pacheco Rodríguez, conocida artísticamente como Carmen Linares, es ya también 'Carmen de Ávila', esa tierra que la acogió cuando tan solo tenía doce años y que este jueves la rindió un sentido homenaje en forma de reconocimiento a toda una trayectoria profesional vinculada en sus comienzos a la ciudad amurallada y su provincia, con la entrega del II Premio Diputación de Ávila de las Artes 'Florencio Galindo' y de la insignia de oro y el diploma que la acreditan como Miembro de Honor de la Institución Gran Duque de Alba.

La ceremonia, cargada de solemnidad y de simbolismo, tuvo como hilo conductor, como no podía ser de otra forma, la música, «medicina del sentimiento» como dijo el conductor del acto, Enrique García Tejerizo. Primero en las piezas al piano interpretadas por Óscar Arroyo y después en los temas con los que dos de los hijos de la premiada, Lucía y Eduardo, rindieron su particular homenaje a su madre, cuya voz también se escuchó en cada rincón del Auditorio de la Fundación Ávila, para el deleite de todos los presentes, autoridades, familiares y miembros de la IGDA.

La primera de las intervenciones correspondió al diputado responsable de Cultura, Javier González, quien recordó que esta dama del flamenco comenzó a forjar su trayectoria en Ávila hasta convertirse en «una de las más grandes» del género». «A través de este premio, Carmen Linares une su arte al de Florencio Galindo» a través de esa 'Rosa' en altorrelieve modelada por el propio artista de Adanero que es símbolo de este galardón, señaló.

La provincia se rinde al talento y el arte de Carmen Linares - Foto: Isabel GarcíaUn premio que le fue entregado de manos del presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, tras el cual tomó la palabra la artista, para asegurar que era «un día importante para mí porque Ávila es mi casa. Tengo muchos recuerdos de esta ciudad que fue la gran suerte de mi vida, porque a ella vine llorando con 12 años y de ella me fui también llorando. Aquí encontré a mi marido Miguel Espín, que ha sido tan importante en mi vida». Recordó también la «gran afición al flamenco» que siempre ha habido en esta provincia, para concluir señalando que «el arte nos une siempre, sea cual sea, porque es necesario en la vida. Todo lo que sea arte y cultura es el alimento del alma».

Esas sentidas palabras dieron paso a la actuación de sus hijos Lucía y Eduardo, a los que se unió la cantaora en la última de las piezas, 'Quiero tu nombre olvidar'.

Y acto seguido el presidente de la Diputación y el director de la IGDA, Maximiliano Fernández, le hicieron entrega de la insignia de oro y el diploma como Miembro de Honor de la institución.

La provincia se rinde al talento y el arte de Carmen Linares - Foto: Isabel GarcíaCarlos García afirmó que el premio es «un reconocimiento al talento, el arte y la maestría» de la cantaora y también a su vinculación con Ávila, que «siente un poco suya a Carmen Linares, que hoy es una reina del flamenco». También subrayó el «compromiso» de la Diputación «con la cultura, las tradiciones, las costumbres, la danza, la música... la riqueza que los abulenses hemos heredado y debemos enriquecer para las generaciones futuras».

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