Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Madrid no es una isla

16/06/2024

Esta frase no es mía, es parte del eje de una interesante reflexión que aportó esta semana el presidente de la Confederación Empresarial de Madrid y vicepresidente de CEOE Miguel Garrido durante la entrega anual de los galardones de la patronal abulense. «Madrid no es una isla», dijo, y me lo apropio como todos los asistentes a la gala a quienes vi asentir con la cabeza. No hacen falta muchas más explicaciones, pero como añadió, «Madrid necesita a su entorno para poder siendo una locomotora de la economía española». Garrido, que armó un buen discurso para la gala, criticando de la clase política de manera argumentada lo que consideraba (legítimo, aunque algunos no lo sepan asumir), demostró que conoce la realidad de Ávila desde hace tiempo. No en vano, me comentaban días después que mantuvo buena relación con la Cámara de Ávila cuando era director general de la Cámara de Madrid. Total, que ahí estamos, en ese entorno en el que aún tenemos mucho margen de crecimiento. Sobre el tradicional planteamiento de que Ávila necesita tener cerca  a Madrid, se da la vuelta para dar una oportunidad más a esta tierra. Madrid necesita a Ávila para no quedarse aislada –lo que tantas veces he defendido, convirtiendo la capital en una puerta de entrada y salida de los negocios hacia el noroeste de España–.
En la misma línea se ha manifestado esta misma semana Miriam González, abogada de Medina del Campo, y fundadora de la organización sin ánimo de lucro España Mejor, que busca implicar a la sociedad civil en el desarrollo de políticas para responder a los desafíos de futuro, implantando mecanismos éticos –valores de los que tan necesitados andamos últimamente–.
En la edición de este viernes pueden los lectores de Diario de Ávila profundizar en la idea que tiene esta vallisoletana que da una voz de alarma sobre la falta de estrategia en la Comunidad. A ella, que tiene mundo a sus espaldas –y que reconoce que cuando vivía a 45 minutos del trabajo en Reino Unido tenía la sensación de vivir en el centro de Londres–, le sigue llamando la atención que Castilla y León no haya logrado convertirse en el cinturón de Madrid. La extensión concéntrica de casi todas las grandes ciudades aporta una riqueza real al entorno. 
Y suscribo el apunte de Miriam González cuando dice que si no aprovechamos esta inercia, ¿en qué vamos a destacar? ¿Por qué nos vamos a diferenciar? Podemos hacerlo, está claro –pero sepamos que es mucho más complicado– y requiere unas altas dosis de innovación para destacar como nadie.
Si no, seguiremos arrastrando una posición segundona. Así que, visto lo visto, mejor cola de león, que cabeza de ratón.