El Dioce lo pelea, pero se condena ante el Salamanca UDS

Sergio Jiménez
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Un gol de penalti de Diego Benito en el minuto 80 rompe la muralla amarilla, que se queda a cinco puntos de la permanencia con dos partidos aún por disputarse

El Dioce lo pelea, pero se condena ante el Salamanca UDS - Foto: DAVID GONZÁLEZ

El Club Deportivo Colegios Diocesanos perdió ante el Salamanca UDS (0-1) y queda pendiente de un milagro para la permanencia en Tercera Federación. Los de Iván Lastras, que cumplía su segundo partido de sanción por su expulsión en el derbi ante el Real Ávila, lo dieron todo ante un equipazo, pero tanto esfuerzo se quedó sin recompensa en los últimos minutos. Un gol de penalti de Diego Benito en el minuto 80 rompió la muralla amarilla, inexpugnable hasta aquel momento.

La grada del campo de Sancti Spiritu se llenó para presenciar un encuentro clave tanto por el sur como por el norte de la clasificación. Los abulenses necesitaban puntuar para mantener viva la llama de la permanencia; para el Salamanca, el triunfo era vital para seguir acechando al Ávila y soñar con el ascenso directo. Unos 300 apasionados aficionados charros acompañaron a su equipo y le alentaron durante todo el encuentro. Un apoyo que, a la postre, resultó clave en la victoria visitante. 

Porque el Dioce salió a jugar su partido, muy bien plantado sobre el terreno de juego y compitiendo de tú a tú contra uno de los mejores clubes de la categoría. Iván Lastras, en una decisión algo sorprendente, decidió variar su alineación y dio la titularidad a jugadores menos habituales durante la temporada, como el portero Loti (primeros minutos del curso), Chris o Fay. Todos rayaron a un gran nivel. El Salamanca salió con el once previsto, aunque algo mermado por la ausencia de Caramelo. Una baja sensible igual que la de Encinar para los colegiales, en la grada por una lesión muscular. 

El choque comenzó con mucho viento (la lluvia amenazó con aparecer, pero no hizo acto de presencia) y con una gran intensidad de los locales, que no dejaron ni respirar al Salamanca. El Dioce empezó valiente y poniendo en ciertos aprietos a la zaga charra durante la primera media hora. Jorge tuvo un disparo que se marchó muy desviado, Guille Velayos desaprovechó una contra bastante clara, hubo algún córner hacia la portería del altísimo Jon Villanueva, ... Jugadas que jaleaba la hinchada del Diocesanos con pasión e ilusión. 

El Salamanca UDS estaba muy incómodo. No se hacía al terreno de juego, el buen nivel de los amarillos les sorprendía y la defensa se les atragantaba más de la cuenta. No es para menos: el Dioce se plantó con un 5-4-1, con ayudas constantes y una solidaridad a prueba de bombas. El Salamanca trató de tranquilizarse de la mano de la cátedra de Cristeto y Diego Benito y poco a poco fueron metiendo al Diocesanos en su área. El partido comenzaba a fluir por los derroteros previstos. También fue decisiva la lesión de Javi Navas (tirón en el abductor) a la media hora de encuentro que, como el resto de la plantilla, tardaron mucho en entrar al encuentro.

Esa insistencia contínua del Salamanca obligó al Dioce a parapetarse en su área, de donde ya prácticamente no salió en el resto del partido. Las ocasiones de peligro charas comenzaron a llegar a cuentagotas. Y también la polémica. Souley reclamó una mano de Nacho Peral dentro del área que no pareció y, minutos después, todo el equipo pidió otra mano, ahora de Fer, que sí pareció penalti. Pero la árbitra obvió ambas acciones. Al descanso se llegó con una volea de Souley que se marchó fuera de milagro.

Tras el descanso, el Salamanca redobló su ofensiva. En los dos primeros minutos ya puso en apuros a Loti, sobretodo en una jugada de Fassani, que no acertó a rematar delante del portero. El Diocesano entró en modo resistencia para aguantar el asedio visitante. Apenas gozó de una inmersión en ataque, muy peligrosa eso sí, pero insuficiente. Jehu Chiapas buscaba soluciones en el banquillo para evitar un traspié definitivo (el Real Ávila ganaba en Santa Marta) y Roberto González, segundo de Iván Lastras, removía en el banquillo buscando piernas y pulmones de refresco. 

El cronómetro corría y la afición salmantina, aunque se desesperaba, no dejaba de animar a su equipo. Sus ocasiones continuaban: cabezazo de Mati fuera, disparo de Espina que detiene Loti, disparo manso de De Vicente a las manos del portero amarillo... En una de esas, llegó el error de Garri, que agarró a Espina dentro del área. Penalti que trasforma Diego Benito con un disparo potentísimo que pega en el larguero antes de tocar las redes. El partido estaba liquidado.

El Dioce trató de lanzarse al ataque con más corazón que cabeza, pero no fue posible. Dio la talla ante un gran equipo, pero la salvación se queda a cinco puntos con solo dos partidos por disputarse. Solo un milagro evitará la condena.