José Guillermo Buenadicha Sánchez

De la rabia y de la idea

José Guillermo Buenadicha Sánchez


Números

10/11/2023

He comentado otras veces, estimados tres lectores, mi pulsión matemática y mi vena puntillosa que hacen que cada columna que amablemente leen contenga exactamente 3 200 caracteres, espacios incluidos. Ni uno más, ni uno menos. Un reto del que disfruto.
Como sé que para ustedes no hay reto pequeño, les propongo uno. En mi columna de hoy hay en total 319 pequeños signos: puntos sobre íes, jotas, interrogaciones, comas, puntos, puntos y comas, dos puntos, tildes. Si no me creen, dedíquense a contarlos. Y ya que están, no se queden en mi humilde columna, sigan con toda la tercera página del periódico. Tienen también que catalogarlos, decir de qué tipo es cada uno, en qué palabra, línea y página estaba puesto, junto a qué letra, incluso si es de un titular, texto normal o pie de foto; su tamaño y color. Asumo, antiguo que soy, que me leen en edición impresa, si no tendrán que ir a comprar un ejemplar.
Seguro que le han cogido gustillo a la cosa, mejor que ver los telediarios, con la que está cayendo. El periódico cuenta con 56 páginas. Más comas y tildes que buscar en cada una. Tal vez pierdan la cuenta, o si era punto seguido o aparte, así pues, al acabar, rehagan el periódico entero no dos, ni tres, sino cuatro veces.
Espero que a estas alturas su libreta esté llena de anotaciones, cuentas, borrones, sumas y tablas. No se relajen, que vienen curvas. La cabecera en primera indica que este es el ejemplar 41 134 desde el inicio de «El Diario de Ávila» —en dos semanas nos tocará celebrar el 125 aniversario— antes «El Eco de la Verdad». Vayan a las oficinas de Diario, pregunten por la hemeroteca —todavía no está digitalizada del todo— y saquen ejemplar tras ejemplar. Compilen en cada uno de ellos tildes, puntos y comas hasta agotar el último siglo y cuarto.
Estimo que al acabar —si acaban— tendrán al menos información detallada de unos mil quinientos millones de signos. Quizás más. Necesitarán alguna otra libreta, creo. Y más de una casa para guardarlas.
¿Esto a qué viene? La misión Euclid, de la Agencia Espacial Europea, leerá cada hora un «periódico» —una observación del cielo—, extrayendo información e imágenes de mil quinientos millones de galaxias; su forma, su color, su velocidad y posición, su espectro, construyendo el mayor catálogo y mapa en tres dimensiones nunca logrado de nuestro universo. Representará cómo es hoy y cómo ha evolucionado en miles de millones de años. Tardará algo más de seis años en cartografiar el tercio más limpio del cielo. A esas alturas no sé por qué ejemplar del Diario irán ustedes en la hemeroteca.
Y todos estos números inabarcables — Euclid no llegará siquiera al uno por ciento de ellas y cada galaxia contiene a su vez cientos de miles de millones de estrellas— tienen como objeto lo que no está escrito con luz: la materia y la energía oscuras, y entender cómo es y evolucionará el universo. Cual si ustedes fueran capaces de recrear cada página, noticia o columna, las ideas en ellas vertidas, tan solo usando lo anotado en sus miles de libretas.
En fin, les dejo que sigan contando y anotando. No sin antes recordarles que en cada pequeña mancha de tinta hay billones de átomos. Pero eso lo dejamos para otro día y más libretas.