Chispa: un duro rescate de varios días con un final feliz

M.M.G.
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Bomberos de Ávila trabajaron dos días para liberar a una perra atrapada entre rocas. Javi, su dueño, agradece emocionado su dedicación

Chispa: un duro rescate de varios días con un final feliz

La historia que ahora les contamos es un ejemplo de la dedicación y entrega que los Bomberos de Ávila ponen en cada una de sus salidas. Los protagonistas son Chispa, un cruce de podenco de casi once años, y Javier Jiménez, su propietario. 

El 17 de enero del año pasado, Javi salió de caza con su perra. Pero la mala suerte quiso que Chispa se quedara atrapada en un conjunto de rocas, sin posibilidad de salir por su cuenta ni de que Javi pudiera hacerlo con sus medios.

Lo intentó. Nos cuenta. Pero era imposible. Reconoce que en un primer momento no quiso llamar a los Bomberos, pensando que el coste del rescate sería muy elevado. Y por eso durante ese primer día intentó liberar a Chispa de su 'cárcel'. Pero nada más lejos del a realidad.

 «Se quedó encajada. Ni se la veía.Sólo la escuchaba quejarse», recuerda Javi la angustia que ambos vivieron durante esas horas de frío e incertidumbre.

Finalmente, al día siguiente, y por la insistencia de su hijas, los Bomberos de Ávila aparecieron en escena. Ellos, cuenta Javi, pudieron finalmente ver una pata de Chispa gracias a una de sus potentes linternas. «La engancharon, pero tampoco eran capaces de sacarla. Y eran cuatro», prosigue Javi con el relato.

Las horas de rescate se iban sucediendo. Y la noche cayó de nuevo sobre el campo. Así que fue necesario regresar al día siguiente. Javi, dice, pensó que los Bomberos no volverían. Así que se trasladó hasta la finca con una máquina 'pica-pica'. Y cuál fue su sorpresa cuando recibió una llamada desde el parque para decirle que iban a regresar a ayudarles.

«Vinieron con una de esas máquinas que usan para el rescate de personas en accidentes de tráfico», se emociona Javi al evocar esas horas de entrega de los agentes. «Fue increíble», cuenta, y confiesa que la esperanza de poder sacarla con vida no era mucha en esos momentos.

Finalmente, y gracias al tesón de todo el equipo, pudieron ver a la perra. «Estuvieron picando horas», continúa hablando Javi, «e incluso fueron a por otra máquina 'pica-pica' porque la mía había empezado a fallar».

A las cinco de la tarde de ese segundo día de rescate, casi podían tocar al animal, que finalmente fue rescatado a las cinco de la tarde.

«La verdad es que fue un rescate la mar de complicado», hace ahora balance Javi, que comparte con nosotros la emoción que sintieron tanto él como los bomberos que trabajaron sin descanso para liberar a Chispa. «Alguno, incluso, dijo que había sido su mejor rescate, el más emotivo, y que les había servido de experiencia para próximas ocasiones», asegura este cazador, que ahora bromea diciendo que parecía que los rescatadores hubieran tomado la poción mágica de Astérix. «Aquí hay un verdadero equipo de profesionales que ama su trabajo», aplaude convencido la dedicación de estos profesionales, que no dudaron en posar conJavi y conChispa tras el rescate. Por cierto, Chispa salió delgada y muerta de frío. Pero sin heridas a la vista y después de un tiempo, ha vuelto a salir a cazar con su amo, que como agradecimiento preparó una placa a estos entregados bomberos. «Para que recuerden siempre este rescate», se despide.