Si hay un establecimiento con solera y tradición en Mombeltrán ese es, sin duda, la panadería Arte Sano. Entre Bartolomé, el fundador de este negocio y también encargado en su día del molino, y Alberto, el más joven de la saga, hay cuatro generaciones dedicadas a la elaboración de pan y dulces artesanos. Más de un siglo de actividad en el que lo artesano sigue siendo marca de la casa, como reconoce Purificación Castelo, la tercera generación de este negocio que empezó como panadería pero que actualmente también elabora pastas y dulces. «Todo se hace de forma manual, sigue siendo una elaboración muy artesanal», reconoce la propietaria de este negocio donde la premisa es utilizar productos agroalimentarios de la zona para la elaboración no solo del pan sino de las pastas, magdalenas, perrunillas o las típicas tortas de Cuevas del Valle, que aquí también se elaboran. Productos como el aceite de oliva del Valle del Tiétar, tanto de San Esteban delValle como de Arenas de San Pedro, no faltan en el obrador de este negocio.
Y aunque reconoce Purificación que Arte Sano es un lugar de parada obligado en Mombeltrán y que cuenta con clientela muy fija también apunta que las ventas dependen mucho de la época del año y que entre semana son menores que durante el fin de semana. Pese a todo la premisa de este negocio es que todo sea reciente y artesano. «En días de diario en vez de hacer más cantidad, hacemos menos, pero siempre hay algo de pasteleria reciente», explica la responsable de esta panadería donde la decoración está cuidada al detalle y donde están orgullosos de haber cumplido más de un siglo de vida elaborando pan y pastas artesanas y con muy buena materia prima, que además es de la zona.