El mundo espera con curiosidad la llegada hoy del segundo mandato de Donald Trump, tras los anuncios de entrada en su nuevo Gobierno de millonarios tecnócratas o perfiles orillados al liberalismo y la ultraderecha. Así, el magnate Elon Musk, propietario de Tesla y X, será superasesor de la Casa Blanca y su colega Peter Thiel, fundador de PayPal, ya ejerce de oráculo en el Gabinete del republicano. Además, las decisiones que tome el Gobierno Trump tendrá efectos casi inmediatos en el actual equilibrio en la situación política internacional y en la economía global.
Y no es para menos, porque el multimillonario ha planteado medidas esenciales en varias direcciones que ya se han hecho tangibles, como es el caso de la geopolítica, con un acuerdo en Gaza que Trump se atribuye y otro posible en Ucrania, así como el intento de anexionar Groenlandia y también el canal de Panamá.
Pero su afán de extender su política no se centra únicamente en el exterior. La economía y la inmigración son dos de los pilares fundamentales sobre los que se sustentará la segunda era Trump. Por un lado, pretende llevar a cabo una fiscalidad expansiva a través de la reducción de impuestos, así como acometer un proteccionismo duro en favor de los productos domésticos, con aranceles de hasta el 60 por ciento a las importaciones procedentes de China; y, por otro, su intención es deportar a los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EEUU.
Este nuevo escenario apunta, aseveran los expertos, a una mayor inflación, tipos de interés más elevados, y más crecimiento del PIB (el menor avance por la vía del empleo se compensará con una mayor productividad y un rápida reducción de impuestos).
Sea como fuere, lo cierto es que Trump asumirá formalmente hoy en Washington el cargo como 47 presidente de Estados Unidos en una ceremonia caracterizada por la presencia de líderes de la derecha internacional y los consejeros delegados de las principales compañías tecnológicas del país y con un mensaje de unidad nacional, según avanzó el propio mandatario electo, una escenificación muy alejada del tono alarmista de su primera investidura en 2016.
Ceremonial bajo cero
Una misa en la iglesia de San Juan abrirá los prolegómenos de una investidura que comenzará al mediodía, hora local (las 18,00 en la España peninsular) bajo la gran cúpula de la Rotonda del Capitolio, en una medida excepcional debido al frío glacial que azotará la capital norteamericana, con una sensación térmica de-13ºC.
Tras escuchar el himno estadounidense de la voz del tenor Christopher Macchio y una de las canciones patrióticas por excelencia del país, América, La Hermosa, el juez del Tribunal Supremo, John Roberts, tomará juramento a Trump ante unas 200.000 personas.
El presidente electo jurará ante dos biblias: la que le regaló su madre, y la que usó Abraham Lincoln para hacer los mismo en 1861. El discurso no ha trascendido, pero el republicano avanzó en una entrevista a NBC que «el éxito y la unidad» serán los temas centrales.