Andrea Sanz es abulense, tiene 25 años y pese a su juventud ya lleva casi dos años viviendo en Francia. Concretamente en París, ciudad a la que llegó en septiembre de 2022 para realizar unas prácticas tras las cuales enseguida encontró trabajo. Para esta titulada en Relaciones Internacionales no era su primera experiencia en el exterior ya que durante sus estudios universitarios, que realizó en la Universidad Autónoma de Madrid, ya había pasado una temporada en Burdeos gracias a una beca Erasmus. «Me había gustado Francia y decidí irme a París», cuenta esta joven que actualmente trabaja para la farmacéutica Sanofi, donde trabaja como «supply chain» y se encarga de la distribución mundial de tres medicamentos de esta casa. De hecho, Andrea compatibiliza su trabajo en esta multinacional con la realización de un máster en cadena de suministro. Esto hace, reconoce, que el tiempo libre del que dispone sea mucho menor de lo que le gustaría para poder disfrutar de todos los atractivos, sobre todo culturales, que ofrece la capital francesa. «La oferta cultural es enorme;siempre hay planes y cosas que hacer», reconoce Andrea antes de añadir que los fines de semana disfruta acudiendo a museos y exposiciones y disfrutando de conciertos gratuitos que, dice, son muy habituales. Habla de los denominados «Open Air», actuaciones de Dj y otros músicos que se desarrollan al aire libre y que sobre todo proliferan cuando empieza el buen tiempo.
Además, cuenta Andrea que en París ya se empieza a notar el ambiente olímpico y que en su empresa en concreto aún más ya que Sanofi es patrocinadora de las Olimpiadas.
Y aunque reconoce que de París le gusta prácticamente todo, también apunta Andrea que lo que menos le gusta es el tiempo teniendo en cuenta que los días nublados son muchos más que en los que sale el sol. Aparte de esos días soleados, que en Ávila son tan habituales, de España también echa de menos Andrea el tapeo y sobre todo, reconoce, a familia y amigos.
Aparte de una oferta de ocio y cultural amplísima y de un idioma que le encanta, esta joven abulense destaca que en París «las condiciones labores son bastante mejores que las que existen en España» y que hay más oportunidades de «adquirir experiencia en empresas internacionales grandes» como la farmacéutica en la que trabaja. Una empresa muy multicultural y en la que tiene por compañeros personas de todas las partes del mundo.
Y aunque París es una ciudad complicada para encontrar vivienda, no solo por el elevado precio y la poca oferta sino también por los requisitos que se exigen a los inquilinos, su pareja y ella tuvieron «mucha suerte» porque sus caseros viven en el extranjero y aceptaron avales españoles que no es lo habitual.
Al margen de los más turísticos, y como consejo a visitantes, confiesa Andrea que su rincón favorito es Arrondissement 6, especialmente Saint Germain-des-Près y Odéon.