El secretario general de CCOO en la provincia de Ávila, Óscar García Barroso, acusó a Por Ávila de «haber comprado el marco discursivo de la extrema derecha», en alusión al acuerdo alcanzado por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ávila con el grupo municipal de VOX para aprobar las ordenanzas y el presupuesto municipales para el año que viene. Acompañado por dos representantes sindicales en el Ayuntamiento, Alberto Novoa y Cristina García, García Barroso analizó ese acuerdo, comentando en primer lugar que se trata de una «declaración de intenciones» y haciendo hincapié en uno de los puntos del acuerdo firmado por Por Ávila y por VOX, el que hace referencia a la anulación de subvenciones a la patronal y sindicados, una cuestión que el secretario general de CCOO asegura que «nunca ha habido una partida destinada a sindicatos y patronal. La partida a la que se refieren, y lo sabía muy bien Por Ávila, es una recogida en los presupuestos del año 2024 y que está referida a diálogo social y recuperación económica. Estamos hablando de 4.000 euros que no tiene pretensión material, sino que tiene la virtud esencialmente de dar cumplimiento al acuerdo del diálogo social, y que hace una referencia muy explícita a que el acuerdo del diálogo social disponga de los recursos que hagan factible el cumplimiento de sus objetivos, y entre ellos está que la ciudadanía conozca qué se hace en el diálogo social». El dinero no llega «ni a CEOE, ni a UGT, ni a CCOO, sino al diálogo social como institución», preguntándose qué hay detrás del hecho de que Por Ávila haya comprado, insisto, el marco discursivo de la extrema derecha para atentar contra un elemento que es la institución del diálogo social».
Por su parte, Cristina García ve «positivo que XAV y VOX hayan acordado la eliminación de la lista de espera de Ayuda a Domicilio y estaremos luchando para que se cumpla ese acuerdo», mientras que Novoa comentó, en relación con el compromiso de elaborar una relación de puestos de trabajo que es «papel mojado porque si no cuenta con un presupuesto y con unos plazos de negociación con la representación legal de los trabajadores, no es nada».