El Museo celebra a Santa Cecilia con música y arte plástico

D.C
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Presentó una pintura que representa a la patrona de los músicos realizada por un artista abulense y acogió un concierto de piano

El Museo de Ávila quiso sumarse este viernes a la celebración de Santa Cecilia, desde una perspectiva propia que fusiona otras disciplinas creativas con armonías, ritmos y melodías, con una doble cita que ofreció al público una interesante interacción de la música con el arte plástico.

Comenzó esa original propuesta de acercarse a la música desde al menos dos canales complementarios en la Casa de los Deanes, con la presentación del cuadro dedicado a Santa Cecilia que realizó el pintor abulense Manuel Sánchez Ramos, una pintura recientemente donada al Museo de Ávila por los herederos directos del músico abulense Robustiano Martín, amigo del artista plástico y responsable del encargo de esa obra en el año 1899.

Alfonso de Vicente fue el encargado de hablar de la historia y las características de esa pintura, que durante muchos años, por iniciativa del organista de la Catedral Eliseo Martín –hijo del antes mencionado Robustiano–, era llevada a la Catedral todos los días de Santa Cecilia (el 22 de noviembre), para que allí los músicos abulenses pudiesen honrar a su patrona teniendo como referencia esa imagen, en la que la santa dirige al cielo una mirada arrobada mientras, en coherencia con ese gesto, entrelaza sus manos en actitud piadosa; el fondo, en su mayoría un color indefinido que ayuda a dar más protagonismo a la figura femenina, sólo aporta como elementos identificables y simbólicos  un órgano y un puente.

Tras la charla, en la que se informó también de la rica colección de instrumentos musicales cultos y populares con la que cuenta el Museo, tuvo lugar, en este caso en el Almacén Visitable de Santo Tomé, un concierto a cargo del pianista Eric Libertun, argentino afincado en España desde su infancia que ha cosechado numerosos éxitos en nuestro país, tanto actuando como solista como cuando lo ha hecho acompañando a otras agrupaciones.

El repertorio que ofreció para esta cita en el Museo de Ávila lo llenaron la Suite de Robustiano Martín Mayoral (con las piezas Luisa, La luna de miel, Pepina, Armiño, Pepita y ¡Soy!); Mazurkas op. 59, de Frederic Chopin, y Novellette op. 21 número 8, de Robert Schumann, para acabar con la Fantasía Bætica de Manuel de Falla.