Un jurado popular juzgará a partir del próximo 16 de septiembre al asesino confeso de Juana Canal, Jesús Pradales, desaparecida en 2003 en Madrid y cuyos restos fueron hallados 16 años después en un paraje de Navalacruz.

Según un auto, al que ha tenido acceso EFE, la sección séptima de la Audiencia Provincial de Madrid establece que la selección del jurado y las sesiones del juicio oral, en el que el acusado se enfrenta a una pena de 15 años de cárcel, comiencen ese día y se alarguen hasta el 4 de octubre.

Juana Canal desapareció en Madrid en 2003, cuando tenía 38 años, dos hijos y estaba divorciada de Jesús Pradales. No fue hasta 2019 cuando se encontraron casualmente restos de su cadáver en una finca de Navalacruz y el caso se reabrió, tras lo que se detuvo a su exmarido como presunto autor de la muerte.

Según relata el magistrado en el citado auto, en la madrugada del 22 de febrero de 2003 víctima y acusado se encontraban en el domicilio que compartían cuando él inició una discusión y le propinó un golpe en el cuello que provocó que cayera al suelo y perdiera la vida.

Después la descuartizó y la trasladó hasta un paraje de la localidad abulense de Navalacruz conocido como Umbría del Cándalo, donde la enterró y 16 años después sus restos fueron encontrados por unos excursionistas.

Tras ser arrestado Pradales confesó que había matado y descuartizado a Juana, por lo que se encuentra en prisión provisional desde el 28 de octubre de 2022.

No obstante, alega que aquella madrugada ambos discutieron y ella le pegó a él, lo que motivó que él la golpease para defenderse y ella cayó y se golpeó la cabeza mortalmente. Luego huyó, atemorizado, e hizo desaparecer el cuerpo.

De cara al juicio oral, tanto la Fiscalía como la acusación particular, que ejerce el letrado Juan Manuel Medina, solicitan para Pradales una pena de 15 años de prisión y una indemnización de 450.000 y 580.000 euros para los familiares de la víctima, respectivamente.

No obstante, mientras que el Ministerio Fiscal considera que debe concurrir la circunstancia agravante de parentesco –acusado y víctima estaban divorciados–, la familia de la fallecida solicita que se aprecie un agravante de género.

Por su parte, el abogado del asesino confeso considera que él no fue el autor de los hechos y que, en el caso de que el jurado le considere culpable de los mismo, debería concurrir las circunstancias atenuantes de confesión y dilaciones indebidas.

Fue el pasado noviembre cuando la titular del Juzgado de Instrucción número 21 de la capital abrió juicio oral contra Pradales, desestimando así la petición de la defensa del acusado de anular el proceso.

Ya en febrero de este año la Audiencia de Madrid confirmó que será juzgado por un tribunal de jurado y volvió a rechazar la pretensión de la defensa de archivar la causa.