Los agricultores morañegos cuyos campos están incluidos en el regadío de Las Cogotas ya han comenzado a regar sus tierras. La campaña suele comenzar el uno de abril, pero este año generoso en lluvias en el que el embalse se encuentra casi al 88% de su capacidad ha permitido adelantar un par de semanas el momento en el que el agua comienza a llegar a los cultivos, situados en once términos municipales del norte de la provincia de Ávila.
Cebollas, remolacha y fresas son los cultivos que primero se siembran y, por tanto, los que han empezado a recibir el agua de riego, así como las dos mil hectáreas sembradas de cereal. «Aunque aquí se siembra mucho hortícola, también se cultiva cereal y después de estar tanto tiempo sin llover la parte de arriba de esas tierras ya está pidiendo agua aunque en la parte de abajo estén húmedas» después del invierno generoso en lluvia y nieves que hemos tenido, explica Juan José Rodríguez, presidente de la Comunidad de Regantes del Río Adaja.
La buena noticia con la que arranca la campaña es que este año no habrá restricciones a la hora de regar. Así lo ha autorizado la Confederación Hidrográfica del Duero tras constatar el elevado volumen de agua que acumula el embalse de Las Cogotas. «Nos dijeron que podríamos usar todo el agua que recoge el Plan Hidrológico, que son 4.952 metros cúbicos por hectárea», apunta Rodríguez. En la práctica, eso significa que el 100% de la superficie regable (unas 6.500 hectáreas) recibirá agua de riego este año y, además, lo hará en una cantidad más que suficiente.
De esos casi 5.000 metros cúbicos por hectárea, «2.000 metros cúbicos irán para el riego del cereal y el resto de los cultivos recibirán unos 6.000 metros cúbicos», lo que arroja «la media» que autoriza el órgano de cuenca, de manera que «es suficiente para regarlo todo», señala el presidente de la comunidad de regantes.
Eso sí, en estas primeras semanas no se están empleando grandes cantidades de agua. «Hasta primeros de marzo las tierras estaban muy húmedas, así que hay que ir dando agua a los cultivos recién sembrados para beneficiar la nascencia y también a los cereales para que se deshaga el abono, pero no es necesario ahora dar riegos grandes», aclara.
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