Los vecinos de la calle Valladolid y alrededores se vieron sorprendidos esta mañana de sábado por la presencia más que numerosa de vehículos y personal de emergencias en los alrededores del Auditorio Municipal de San Francisco. Muchos de ellos salieron a las ventanas de sus casas, otros al exterior del bar cercano para observar el ir y venir de bomberos, voluntarios de Protección Civil y agentes de Policía Local. Y alguno preguntó si es que ocurría algo o si se trataba de un simulacro. Efectivamente, era esto último como complemento a unas jornadas de formación en emergencias centrado en intervenciones en el patrimonio histórico que se han desarrollado en Ávila, destinadas también a personal que se implica en la protección del patrimonio, como archiveros, bibliotecarios o trabajadores «de distintos museos y dependencias, no solo municipales», precisó Sonsoles Prieto, teniente alcalde de Turismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Ávila.

Y es que además de evitar que corra peligro la vida de posibles víctimas que pudieran estar en el lugar donde se produjo el supuesto incendio -el Auditorio Municipal de San Francisco-, el objetivo también era poner en práctica la salvaguarda de las obras de arte que había en el edificio, así como el posible patrimonio documental que pudiera guardar en su interior. Por ello, los efectivos de emergencias que intervinieron en el simulacro se centraron en primer lugar en rescatar a las personas, para después hacerlo con los cuadros y esculturas que fueron sacando del antiguo monasterio. 
Con el despligue de mangueras y otras herramientas de trabajo propias de los bomberos enfocadas a la extinción de las llamas y al rescate de las víctimas que pudieran estar afectadas «bien por el humo, bien por el propio incendio», se inició un simulcacro que siguió con la evacuación de las mencionadas obras de arte. Incluso se instaló una carpa que actuó como «punto de triaje y embalaje» de las mismas para a continuación transportarlas hasta un supuesto lugar seguro, tal como explicaron Fernando Nieto, jefe de la Agrupación de Protección Civil de Ávila, y José Miguel Álvarez, bombero y sargento de Intervención en Emergencias.
«Las obras de arte son un bien a veces de un valor incalculable que hay que proteger», subrayó este último, quien hizo hincapié en que en este sentido «en Ávila tenemos un gran trabajo hecho de filiación y valoración de obras de arte», lo que facilita la labor de los bomberos en emergencias que puedan hacer correr peligro estas piezas como pueda ser un incendio del edificio en el que se encuentran. «Las fichas de cada obra de arte, que las tenemos en el Parque de Bomberos, nos permite llevar ya parte del trabajo hecho de triaje, con lo que ya sabemos el orden de evacuación de las obras» en caso de un supuesto incendio, detalló. 

Para los vecinos de la zona fue una mañana distinta que pasaron contemplando cómo los efectivos de emergencias trabajaban pero con la tranquilidad de que nada grave ocurría, simplemente estaban formándose para saber cómo actuar en caso de que algo suceda.