Fernando Pascual Pareja, pintor abulense que no exponía en su ciudad desde 2017, rompió este sábado ese largo paréntesis para invitar a sus paisanos a disfrutar en la sala subterránea del Episcopio una colección de cuarenta pinturas (cuatro grabados y todo lo demás óleos) en las que, fiel a su estilo de reflejar la realidad con sutileza, sin la obsesión por ser lo más exacto posible a los detalles, aborda un puñado de temas tan variados como complementarios.
Paisaje (fundamentalmente), retrato, bodegón, celebración de la cultura (por ejemplo de la pintura de Goya o de la literatura) y tauromaquia son los principales ejes temáticos que inspiran esas pinturas reunidas bajo el nombre de 'Lugares', en las cuales, explica su creador, «se percibe que tienen en común algo que es muy importante para mí, y es que todas las obras parten siempre de la realidad», un motivo de inspiración «que me sirve de referencia pero con el objetivo de trascender esa realidad para sacar el misterio que encierra».
También define al conjunto de esas pinturas la sensación de sosiego que trasladan al espectador, una calma muy agradecida que llega por el tratamiento de la luz, por la calidez dulce de los colores, por las perspectivas, por el aire de los cuadros –que también lo pinta muy bien Fernando Pascual–, por la actitud de tranquilidad que muestran las personas que a veces se asoman a esas pinturas para quedarse en ellas, una paz explicitada que su creador explica que «tiene su misterio en la búsqueda del silencio, en un huir un poco de todo ese ruido que parece que es lo que se lleva ahora en pintura y en tantos otros aspectos de la sociedad». Incluso en las obras dedicadas a la tauromaquia, añade, «la gente me ha dicho que se percibe quietud, silencio, que es precisamente lo que he sentido yo cuando a veces he ido a los toros».
Que unos paisajes aparezcan sin presencia humana y otros estén definidos por ella, siguió explicando Fernando Pascual, se debe a que «en todos ellos hay una parte de contemplación, pero en unos he preferido mostrar la soledad de la naturaleza y de quien la contempla desde la visión del espectador, y en otros ha reflejado la intimidad de las personas que están en ese ambiente de naturaleza, que también es muy bonito», reivindicando con esa sutileza antes mencionada que «el hombre es también parte de la naturaleza porque es una naturaleza vivida y no solo contemplada».
También en ese conjunto de pinturas se dejan sentir homenajes a otras artes, como la literatura, y a otros pintores, como Goya, una manera de decir que «tú estás siempre viendo la obra de otros creadores y bebiendo de ella porque crear es un poco reinterpretar todo lo que es asimilable, no comparte la idea de quienes dicen que un artista puede ser original sin influencias de nadie».
La exposición, que se inauguró ayer por la tarde, puede visitarse en la sala subterránea del Episcopio hasta el día 30 de noviembre, con el siguiente horario: de martes a viernes de 19,00 a 21,00 horas, sábados de 12,00 a 14,00 y de 19,00 a 21,00, y domingos de 12,00 a 14,00.