La historia de la Escuela Nacional de Policía no se puede entender sin Ávila, pero tampoco los últimos 45 años de esta ciudad tienen sentido sin todo lo que ha aportado desde el punto de vista económico, social, cultural y educativo este centro de formación. Así lo entiende el comisario jubilado del Cuerpo Nacional de Policía, Carlos Canelo, que este martes ofreció una conferencia en el Episcopio sobre la historia de la Escuela de Policía de Ávila, organizada por el Ayuntamiento con motivo del bicentenario de este cuerpo de seguridad.
Una charla en la que Canelo hizo un breve relato de cómo se ha ido desarrollando la Escuela de Policía de Ávila desde el año 1979 y cómo «a partir de aquel momento cambió radicalmente la formación de la policía para pasar de ser una pseudo formación, todavía en aquellos momentos con influencias de la dictadura, para pasar a ser una educación profesional policial, de las mejores de las que se impartían entonces en Europa, y hoy podemos presumir de que es una de las mejores formaciones del mundo», aseveró Canelo «quizás con el cariño de un abuelo a sus nietos, pero de verdad que lo creo».
Para este doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Salamanca, existe «un maridaje entre la Escuela de Policía y Ávila y en algunos aspectos son pocos conocidos sus efectos de un lado y de otro». Así, «de Ávila hacia la Escuela, lo que se aporta es lo que llamamos el 'Espíritu de Ávila', porque realmente venir a estudiar a Ávila, concentrarse aquí en los estudios, seguir esta especie de disciplina que tiene el pueblo abulense, conocer a sus gentes, todo eso imprime carácter y lo llamamos el 'Espíritu de Ávila' desde que se creó la escuela aquí. Y por otra parte, también se revierten hacia la ciudad aspectos económicos interesantes que son poco conocidos, pero son tremendamente importantes, y también educativos y sociales».
Desde el punto de vista social, según explicó Carlos Canelo, «hay más de 700 empleados entre profesores, alumnos y personal de los distintos servicios y los alumnos aportan también con su sueldo mucho consumo en Ávila».
También se refirió este comisario jubilado a la evolución de ha experimentado el Cuerpo Nacional de Policía, que «ha cambiado para bien. Yo cada vez veo chicos y chicas mejor preparados y de los que empezamos en el año 70, que éramos personas que veníamos de ambientes muy humildes y de pocos estudios, hemos pasado a chicos que vienen muy bien cuidados y con estudios y que por lo tanto traen los cimientos para construir un profesional».
Sobre esa mayor profesionalización, Canelo también hizo referencia a la universidad policial que, según precisó, «de ella ya se habló en 1979 en un nuevo edificio, y poco a poco los gobiernos han ido apoyando en positivo y hace un par de años se consiguió y redunda en una mejor formación de los policías».
Acompañando a Carlos Canelo en este acto estuvieron el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento del Cuerpo Nacional de Policía, Javier Daniel Nogueroles.
Sánchez Cabrera recordó que «todos los policías nacionales que se forman en la Escuela Nacional de Policía son hijos adoptivos de esta ciudad, este centro tiene la Medalla de Oro de la ciudad y este año, por el 200 aniversario, la Comisaría Provincial de Ávila también contará con esa Medalla de Oro».
Por su parte, Nogueroles destacó que «los policías nacionales llevamos el ADN de la ciudad de Ávila y nos sentimos abulenses. De hecho, cuando los nuevos opositores aprueban, no dicen que van a la Escuela de Policía, dicen que van a Ávila».