Alejandro tiene seis años. Dice que había jugado al aro antes, pero la verdad es que sospechamos que se le da mejor el fútbol. Carmen, voluntaria de Alzheimer Ávila, trata de darle las claves para hacer rodar por el jardín del recreo el aro de metal con el que ella jugaba de pequeña. Y ambos escenificaban este jueves uno de los objetivos buscados por la entidad abulense en su desayuno solidario: fortalecer lazos entre niños y mayores mediante los juegos tradicionales.
Algo más de 150personas se sumaron a una iniciativa que, explicaba Montse Cortés, presidenta de la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer Ávila (Afávila), buscaba también (una vez más) dar visibilidad a una asociación que atiende a 80 personas en su Centro de AtenciónIntegral a Demencias y a unas 180 en toda la provincia.
«Y queremos recordar también a los jóvenes que hay otra manera de vivir y que los mayores tienen mucho que aportar a la sociedad», continuaba hablando Cortés mientras niños y mayores recargaban pilas en el desayuno servido por el restaurante Maspalomas para, a continuación, ponerse a jugar a la sombra del parque.
La comba, las canicas, los bolos, las chapas, la rana, la rayuela... Eran muchos los juegos que aquellos que se acercaron alRecreo tuvieron a su disposición para demostrar sus destrezas. Y junto a cada actividad se había instalado una pequeña explicación sobre cómo se jugaba a cada una, para facilitar la diversión.
«Hay también juegos autóctonos», apuntaba por su parte Aurora Fernández Cid, directora del Centro de Atención a Demencias, para la que actividades como la organizada este jueves en Ávila adquieren también mucha importancia en la medida que permiten a los mayores recordar los juegos de su infancia. «Sin olvidarnos de la parte afectiva», reseñaba también.
ayuda de la junta. Por cierto que este desayuno solidario coincidía con el acuerdo alcanzado en el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, que ha decidido financiar la actividad de las 28 entidades integradas en la Federación Regional de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Castilla y León con 550.000 euros. Y de ellos, 13.500 se destinará directamente a la entidad abulense.
Lo anunciaba el delegado territorial, José Francisco Hernández Herrero. «La Administración Pública, en concreto la Junta de Castilla y León, no podría mantener un nivel asistencial como el actual si no fuera gracias al altruismo, a la entrega, a la generosidad de vosotros», se dirigía Hernández Herrero a la presidenta de Alzheimer Ávila, a la que agradecía directamente la labor de la entidad que preside y que atiende a familiares y enfermos de «una enfermedad dura», decía, «que afecta directamente también al entorno del paciente y que se hace más llevadero gracias a la magnífica labor que lleva a cabo Afávila junto a otras entidades de la región».
Cortés agradecía la ayuda económica de la Junta, pero aprovechaba para volver lanzar una de las reivindicaciones más potentes de estas asociaciones: la dotación económica del Plan Nacional de Alzheimer. «Es verdad que 550.000 euros nos ayudan, pero si nos ponemos a pensar en la cantidad de Alzheimer que hay en la región, se quedan pequeñitos», comenzaba su reflexión Cortés, para la que su obligación pasa por recordar la necesidad de la dotación económica de un plan aprobado hace más de dos años. «Porque si no, nos empequeñecemos cada vez más», lamentaba, y reflexionaba ya en concreto sobre los 13.500 euros destinados a Ávila. «No está mal, pero si los colocamos a lo largo de meses y los dividimos por usuarios entenderéis que es muy poquito. Que yo entiendo que somos muchas asociaciones, que hay que tirar para adelante, y pongo siempre el agradecimiento, pero aunque nosotros estamos para dar servicio donde el Estado no llega-porque es así-», recalcaba, «hay que reivindicar que las asociaciones no tengamos que estar solicitando ni agradeciendo, porque es un trabajo del Estado el que todas las personas con demencia y Alzheimer estén abrigadas por él».
Por último, desde Alzheimer Ávila se quería aprovechar para agradecer a todos aquellos que sumaron a la hora de hacer realidad el desayuno solidario e intergeneracional, como el Ayuntamiento de Ávila, el Club de Calva de la Toledana, los voluntarios de Alzheimer Ávila y de Mapfre o el restaurante Maspalomas.