Ávila, al igual que el resto de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, celebró ayer el Día del Patrimonio Mundial. Una jornada en la que la ciudad y sus monumentos se abrieron al exterior para darse a conocer a los turistas del resto de España y del mundo. Para la ocasión, el Ayuntamiento de Ávila organizó una serie de actividades, que tuvieron como elemento protagonista a La Muralla, la principal construcción histórica de la ciudad, y que se cerró, ya caída la noche, con el esperado espectáculo de drones que se desarrolló desde la pista hípica de San Segundo.
Durante toda la jornada, los abulenses y visitantes pudieron acceder a La Muralla y al Palacio de Superunda-Caprotti (ambos de titularidad municipal) de manera gratuita. Una iniciativa que complementó a las habituales visitas guiadas que se realizaron a montones por el casco histórico. Sin embargo, con motivo de esta conmemoración, el Consistorio organizó una visita guiada especial bajo el título 'Ávila Patrimonio Mundial' en la que participaron más de medio centenar de personas (con inscripción previa) con origen en el Centro de Recepción de Visitantes. Hasta allí se acercó el concejal de Cultura, Deportes y Fiestas, Carlos López, para dar la bienvenida a unos participantes que quisieron conocer en profundidad el patrimonio cultural y arquitectónico abulense. «La Muralla es un elemento indispensable de nuestro patrimonio, con más de 253.000 visitas en lo que va de año», anunció el concejal. Los componentes del numeroso grupo se entremezclaron con otros más pequeños que pasearon por las calles del centro urbano y por el adarve de La Muralla durante toda la mañana.
También en horario matutino, el Ayuntamiento organizó, como viene siendo habitual en los últimos años, un pequeño concierto por parte de la Orquesta de la Escuela Municipal de Música en el acceso de la Casa de las Carnicerías. Un recital que congregó a un buen número de espectadores entre familiares de los artistas, curiosos y visitantes que se encontraron con la actuación en su camino de subida o de bajada de La Mrualla. Dirigidos por Layla San Segundo, la mayoría de los 20 miembros de la orquesta (formada por alumnos de flauta travesera, violín, viola, clarinete, bajo eléctrico, violoncello, piano y percusión, aunque esta faltó en el concierto) interpretaron obras muy conocidas por el público como La Mañana de Peer Gynt, el vals de La Bella Durmiente de Tchaikovsky, el Canon de Pachelbel, un vals de Shostakovich, la banda sonora de la película Titanic y una composición popular irlandesa. «Este es el tercer o el cuarto año que participamos en el Día del Patrimonio. Acudimos para formar parte de esta celebración», comentó Layla San Segundo.
El Día del Patrimonio permite a Ávila abrirse al exterior - Foto: Isabel GarcíaDrones. Pero el plato estrella y el que más gente reunió fue el esperado espectáculo de drones que se produjo desde la pista hípica de San Segundo. Centenares de personas se congregaron en la ladera y la explanada del Lienzo Norte para presenciar este show en el que participaron 220 drones (más cuatro más de señalización) que estaba previsto para el día 12 de octubre (Festividad del Pilar) dentro de los actos organizados por las fiestas patronales en honor a Santa Teresa. Algo más de un mes después, las condiciones meteorológicas fueron favorables y los abulenses pudieron disfrutar de una actividad enmarcada por los 30 años de la fundación del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, de la que Ávila es miembro fundador.
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El Día del Patrimonio permite a Ávila abrirse al exterior - Foto: Isabel García
El Día del Patrimonio permite a Ávila abrirse al exterior - Foto: Isabel García
El Día del Patrimonio permite a Ávila abrirse al exterior - Foto: Isabel García
El Día del Patrimonio permite a Ávila abrirse al exterior - Foto: Isabel García
El Día del Patrimonio permite a Ávila abrirse al exterior - Foto: Isabel García
La espera no defraudó. Los drones, elevados hasta una altura de unos 100 metros, proyectaron imágenes relacionadas con el Grupo de Ciudades Patrimonio y, por supuesto, con Ávila. Con las siluetas de La Santa, la Muralla y el logotipo de la ciudad se cerró un espectáculo de diez minutos y 56 segundos de duración que dejó un buen sabor de boca entre los abulenses que lo presenciaron.