Georgina Trías repite como candidata de VOX al Congreso de los Diputados. Lo hace convencida del peso que, dice, su partido va ganando poco a poco en todo el país. Y decidida a contribuir a sacar de la Moncloa a Pedro Sánchez. Con ella charlamos a menos de una semana de las elecciones sobre su paso por el Congreso, el desarrollo de la campaña y las propuestas de VOX para Ávila y el país, entre otros temas.
VOX acude a las urnas con el respaldo de la entrada en el Ayuntamiento de la capital de sus tres primeros concejales. ¿Podría esto traducirse en un incremento de los votos y, por tanto de representación de VOX en el Congreso por parte de la provincia?
Por supuesto. Es una muestra evidente del apoyo que cada vez más vamos recibiendo. Los resultados en Ávila son muy buenos, y a nivel de partido estamos muy satisfechos, pues supone un crecimiento espectacular.
Sin embargo, lo que no nos resulta satisfactorio es que en Ávila sigue gobernando Por Ávila, un partido localista que, si bien en algún caso hace unas reivindicaciones justas en las que podemos coincidir, la realidad es que no es la solución para los problemas tan graves que atraviesa España. Lo hemos visto en esta legislatura con el ejemplo de Teruel existe, que ha pactado con el PSOE y ha sido la llave del sanchismo. La proliferación de partidos localistas no benefician en nada al conjunto de los españoles, ni a la tan necesaria unidad de nuestra nación. España vive una hora grave y al votar el 23 de julio todos debemos tomar conciencia de lo que está en juego.
Por supuesto el PSOE nunca va a traer cosas buenas a Ávila, pero tampoco el PP, que lleva aquí gobernando décadas, con décadas de promesas incumplidas, una enorme dejadez administrativa y falta de trabajo que ha llevado a un empobreciemiento dramático de la provincia.
Por otro lado, entiendo que los abulenses van conociendo nuestro trabajo en la medida en que vamos entrando en las instituciones. El contacto directo y las medidas concretas son más poderosas que las etiquetas. Van viendo por sí mismos que somos personas pacíficas, trabajadoras y comprometidas por el bien común.
Así que lo esperable, si se vota en conciencia, es que efectivamente el estar ya en las instituciones incremente los votos.
¿Esperaban los resultados obtenidos en las municipales?
Somos el partido que más ha crecido en las elecciones municipales y autonómicas, tanto en porcentaje de votos como de concejales. Como decía, estamos contentos con los resultados obtenidos en Ávila, pero no estamos satisfechos porque los partidos localistas no son la solución a los problemas de España.
Estamos acostumbrados a trabajar ya desde hace varios años sin haber visto frutos electorales en otras convocatorias, pero hemos seguido trabajando y eso siempre tiene su fruto, que a veces tarda en verse. Llega un momento en el que cambia la tendencia, como pasó en las municipales. Si seguimos trabajando es porque esperamos que este cambio se produzca ahora de forma más decisiva en las generales.
Usted repite como candidata por Ávila, ¿qué balance hace de su trabajo esta legislatura en el Congreso?
Mi balance es muy positivo. He aprendido mucho. Entre otras cosas, he sido portavoz en la Comisión de Educación y me he encargado de la tramitación y la presentación de enmiendas de la Ley Celáa – que fue un auténtico máster - y de la Ley de Formación Profesional.
He tenido la oportunidad de levantar la voz frente al adoctrinamiento ideológico con el que este Gobierno ha inundado las aulas. He podido defender sin fisuras el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos en libertad, frente a cualquier imposición ideológica. También he estado en primera línea defendiendo el derecho de los padres a escolarizar a sus hijos en español en cualquier rincón de España. Aquí, gracias a Dios, no tenemos ese problema añadido al adoctrinamiento ideológico, pero en las CCAA donde hay lengua cooficial, escolarizar a tu hijo en español es heroico.
Entiendo la dedicación a la política como un acto de servicio, y en Vox puedo desarrollar este llamamiento singular. He tenido la oportunidad de servir a mi patria desde una posición privilegiada y eso compensa el esfuerzo muchas veces desconocido.
Considero que la acción política debe tener como razón última el bien común y estar inspirada en el respeto a la persona.
Dentro de sus funciones, trabajó como ponente en la Ley de Diversidad Familiar, con la que su partido nunca estuvo de acuerdo. ¿Satisfecha de que finalmente no haya salido adelante?
Muy satisfecha. Esta ley quería diluir el concepto de familia, y suponía un ataque directo a las familias numerosas. Espero que ya forme parte del pasado. Me alegro enormemente sobretodo por la supervivencia de la familia, tan atacada desde hace años por las políticas supuestamente progresistas. La gran ausente de las políticas públicas del sanchismo y de los gobiernos precedentes es la familia.
Las políticas sanchistas y comunistas saben que sin familia, sin raíces, perdemos nuestra identidad, nos volvemos vulnerables y manipulables. Saben que la familia nos hace fuertes y libres, y por eso es el centro de su ataque.
Nosotros, por el contrario, queremos poner a la familia en el centro de todas las políticas. Porque la persona humana solo puede realizarse plenamente en el seno de la familia, primera célula de socialización, referente y raíz.
Su labor también ha estado muy centrada en defensa de la vida, materia esencial en el programa de VOX. ¿En qué medida le preocupa el punto en el que la legislación se encuentra en materia de aborto y eutanasia?
Respecto de la vida, efectivamente Vox es el único partido que defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Nos hemos quedado solos en esta batalla tan importante por preservar la dignidad humana, piedra angular de nuestra civilización occidental.
Acabaremos con la cultura de la muerte, comenzando por la derogacón de la ley de eutanasia y la ley del aborto libre.
Defenderemos el derecho de toda mujer embarazada de acceder a un protocolo de información permanente sobre su embarazo y fomentaremos el acceso a las ayudas para que pueda llevar su embarazo a buen término.
Realmente somos el único partido que se ha manifestado claramente a favor de la vida. No hay otro en España. El PP desde tiempos de Aznar, que no derogó la ley del aborto de Felipe González, ha seguido una línea incoherente en este tema tan importante para sus votantes. De hecho, muchos vienen a Vox inicialmente movidos por este asunto, que les impide en conciencia votar al PP. Yo misma di este paso al frente por defender la vida y la familia.
Con respecto a la eutanasia, en Vox abogamos por su derogación y por la implantación de los cuidados paliativos. Es una vergüenza que haya un solo español que no tenga acceso a ellos. Cuesten lo que cuesten, son materia primordial. Hay ministerios y chiringuitos ideológicos de sobra para poder financiar estos cuidados.
En lo relativo a la provincia de Ávila, ¿cuáles son los temas a los que más esfuerzo ha dedicado en el Congreso?
Me he centrado en el tema de las infraestructuras de comunicaciones y en la defensa del mundo rural, en particular de los ganaderos y agricultores, así como en todas aquellas cuestiones que se incluyen en los PGE y que llevan años estancadas, como el Palacio de los Águila. Por ejemplo, ya en enero de 2020 tramité varias iniciativas en las que pedíamos al Gobierno que se modificara la legislación europea que impide cazar al lobo al sur del Duero. ¿Y qué ha hecho el Gobierno? No sólo no nos escucha, sino que en sus leyes climáticas protege aún más al lobo. Lo que ocurre realmente, como me comentan muchos ganaderos, es que son ellos los que están en riesgo de extinción.
Respecto de las comunicaciones, hemos reclamado la bonificación de los peajes para los viajeros recurrentes y habitantes de Ávila, hemos denunciado la realidad que el tren tarda media hora más que hace ocho años, o el deficitario servicio de autobuses.
También he incidido mucho en el tema demográfico y en la necesidad imperiosa de fomentar políticas industriales, con ventajas fiscales, de servicios y de natalidad que hagan atractivo y posible a los jóvenes no tener que exiliarse a las grandes ciudades, sino que debemos ser capaces de generar un ecosistema de servicios básicos dignos, con ventajas económicas que les haga atractivo y posible quedarse en sus pueblos. No hay reemplazo generacional y la manera de afrontar esta situación es con oportunidades laborales, servicios básicos adecuados y políticas de fomento de la natalidad bien enfocadas.
¿Qué cree que podría seguir ofreciendo en el Congreso a los abulenses en el caso de ser reelegida?
Seguir apostando por lo mismo que he venido haciendo, con la esperanza esta vez de no estar en la oposición sino en el Gobierno, y entonces podamos cambiar sustancialmente alguno de estos aspectos.
¿Cuáles son sus expectativas de cara a las elecciones? ¿Mantener la representación provincial actual? ¿Conseguir el segundo diputado?
Nuestro objetivo es desterrar a Sánchez y sobre todo, acabar con las políticas de Sánchez. Creo que los votantes cada vez más se dan cuenta de que sólo Vox es capaz de acometer esta ingente tarea de reconstruirlo todo. Ya son demasiadas situaciones similares a esta en las que hemos conocido sondeos que después no se han parecido a los resultados. Lo sabremos el 23 por la noche.
En cualquier caso, creo que los españoles ya se dan cuenta de que el llamado voto útil que el PP pretende adjudicarse no lo es. Porque cuando tienen mayoría absoluta no hay quien controle su deriva hacia el PSOE, manteniendo las leyes socialistas que habían criticado y prometido derogar. El voto útil es el de VOX, porque si necesitan su apoyo se ven obligados a llegar a acuerdos que llenan la acción política de contenido real y de compromisos que se cumplen. Y no lo es, porque incluso se han comprometido a hablar con el PSOE para posibles pactos, de modo que si lo que se pretende con el voto útil es acabar con Sánchez y sus políticas, votar al PP no es lo más indicado porque no garantiza el cambio.
Y a nivel nacional, las encuestas parecen aupar al PP. ¿Les preocupan los sondeos?
No estamos pendientes del cálculo electoral, y trabajamos para conseguir el máximo de diputados posibles en todas las provincias, y lograr de ese modo ser decisivos en el Gobierno de España, y que las cosas empiecen a cambiar. Son los abulenses los que tienen que decidir el día 23.
La única encuesta que vale es la del día 23. Los votantes lo saben y por eso nosotros nos dirigimos a ellos directamente, sin que medien encuestas, y por eso nos gusta estar con ellos en la calle.
La campaña está siendo bronca entre el PP y el PSOE, que en no pocas ocasiones ponen a VOX en el centro de las polémicas a cuenta de los posibles pactos. ¿Qué opinión le merece la situación?
Vivimos una situación de 'todos contra VOX'. De demonización constante de nuestro partido y de nuestras propuestas, cuando la realidad es que están llenas de sentido común y suponen una verdadera alternativa y cambio. Hay miedo a VOX, por la claridad de la propuesta; es el miedo de la clase política, en particular del bipartidismo, a perder sus privilegios.
¿Y cómo vería usted un posible pacto PP-VOX en la Moncloa?
Nosotros no nos conformamos con echar a Sánchez, sino que, sobre todo, queremos desterrar sus políticas. No se trata sólo de un cambio de sillones. Nosotros tenemos la mano tendida, y en la medida que obtengamos un alto porcentaje de representación podremos exigir más o menos en ese pacto. Por eso hago un llamamiento a los votantes para que nos voten y así tengamos más fuerza para ser decisivos en el Gobierno.
Vemos al PP bastante despistado con este tema, y es algo que nos preocupa, Creemos que el objetivo principal es acabar con el sanchismo y parece que el Señor Feijóo está más pendiente de atacarnos a nosotros que de expulsar definitivamente a Pedro Sánchez y a sus políticas.
Aquí tenemos el ejemplo de Castilla y León, que está funcionando ya un Gobierno de coalición PP-VOX, y empiezan a suceder cosas que no veíamos en décadas en estas tierras. Se reactivan organismos aletargados, se desempolvan expedientes olvidados, se recorta subvenciones a los sindicatos, se pone a la familia en el centro de las políticas públicas, se defiende a los ganaderos frente al Ministerio y frente a las oligarquías de Bruselas…
Tenemos este ejemplo y ahora otros más, como el de Valencia o el de Extremadura, que nos demuestran que sí es posible llegar a un entendimiento. Por nuestra parte, mano tendida.
¿Cuáles son los principales, los más esenciales asuntos que en su opinión deberían cambiarse, en el caso de que VOX gobernara?
Los que llevamos en nuestro programa: igualdad entre españoles, unidad de España, empleo y salarios dignos, educación en libertad, acceso a la vivienda en particular para los jóvenes.
Defender lo nuestro: nuestra soberanía alimentaria y energética, a través de la reindustrialización y la protección del sector primario, dedicando al campo cuantos recursos sean necesarios. Mejorar el sistema de salud y la atención a través de la tarjeta única. Debemos bajar los impuestos y dedicar el dinero de los españoles a lo verdaderamente importante: sanidad, educación y vivienda.
¿Por último, ¿cómo animaría al votante de Ávila a decantarse por VOX en las elecciones del 23J?
Pues le diría en primer lugar que lea nuestro programa, que si quiere que las cosas cambien, el voto útil es votar a VOX. Es el voto del verdadero cambio. Nosotros hemos llegado para cumplir todos y cada uno de nuestros compromisos. La gente está harta de promesas incumplidas y ya no quieren vivir engañados. Aquí en Ávila nada ha cambiado incluso con mayorías absolutas y partidos localistas que sólo han contribuido a empobrecer y aislar a la población. ¡Quien hubiera dicho hace 30 años que formaríamos parte de la España abandonada y olvidada estando a solo una hora de Madrid!. Hay que despertar de este mal sueño y saber que si gana el PSOE España se nos va. Necesitamos que mucha gente nos vote para que el PP, en su constante ambigüedad, que pacta con todo y con todos, no nos regale cuatro años más de socialismo.