Miguel de Unamuno, uno de los más grandes escritores e intelectuales españoles de principios del siglo XX, fue un enamorado de Gredos, una sierra que conoció, admiró y quiso mucho, y por ese motivo esta tierra ha querido rendirle un homenaje para agradecerle esa admiración nombrándole 'Embajador de Gredos', reconocimiento que se realizó n un acto incluido dentro del XIII Festival del Piorno en Flor junto a la Casa del Parque 'Pinos Cimeros' en el que se contó con la presencia de Pablo de Unamuno, nieto del homenajeado.
El delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández, agradeció la presencia de Pablo de Unamuno «en este acto homenaje a su abuelo, una figura imprescindible e indispensable en el entorno de Gredos, donde estuvo, donde dio sus caminatas y llevó a cabo las reflexiones que plasma en sus escritos, en sus novelas y que de alguna manera también es una elegía de lo que pensaba él de España con todas sus enormes virtudes y también con algunos defectos».
Por eso, añadió, «agradezco a don Pablo no sólo su presencia sino también que nos manifieste su testimonio y la figura de su abuelo, que es absolutamente contemporánea, porque hablamos de una personalidad que no solamente está muy reciente en los textos, sino también en las memorias de las gentes».
«Estoy seguro», añadió el delegado, «que si él estuviera en este acto nos daría también alguna reflexión que sería muy pertinente para los tiempos que nos toca vivir», para acabar diciendo que «desde la Junta de Castilla y León seguiremos ensalzando Gredos a través de las figuras y personajes ilustres que lo visitaron y, en este caso, escribieron sobre nuestro Parque Regional».
Agradeció por su parte Pablo de Unamuno «a la Junta, al delegado territorial y al director del Parque este homenaje, estoy seguro que sincero, que hacen a mi abuelo», el cual, afirmó, «habló muchísimo de Gredos y yo creo que durante toda su vida, porque cuando llegó a Salamanca en 1891, estoy seguro que lo que primero conoció, antes que nada, fue Gredos». El motivo de esa pasión por Gredos, apuntó, está en que «es lo que más se podía parecer a su territorio vasco y seguro que fue lo primero que visitó, y no dejó de visitar Gredos desde 1891, que vino a Salamanca, hasta 1936, el que murió. Seguramente en la época del destierro, de 1924 a 1930, fue el momento que más añoró Gredos, porque es donde más se refleja en sus escritos y en sus poemas la palabra Gredos constantemente».
El nieto del homenajeado acabó afirmando que «se ha dicho que Unamuno es el poeta de Gredos y realmente lo es porque figura en muchísimos de sus poemas la palabra Gredos».