Hace apenas 50 años casi no había incendios forestales y desde luego de menor magnitud que en la actualidad. El motivo fundamental, la forma que había de relacionarse con la naturaleza, el cuidado del territorio porque como siempre se ha dicho, los incendios se apagan en invierno.
De ello son conscientes en la comarca del Alberche, que en los últimos años ha sido testigo de grandes incendios que han afectado a varios de sus municipios. Ypor ello, la Mancomunidad del Alberche ha desarrollado un proyecto de educación ambiental, subvencionado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico en el que, de la mano de la Escuela Kerbest, se ha implicado a trabajadores municipales, ganaderos y agricultores, escolares y población en general, con un objetivo claro, «prevenir incendios en nuestros municipios y generar puestos de trabajo para ello», explica la vicepresidenta de la mancomunidad y alcaldesa de Navarrevisca, Leticia Sánchez.
«Un técnico nos puso en conocimiento el tema de la pirojardinería, el pastoreo avanzado y la importancia del ganado, cómo se pastoreaba de manera tradicional en los pueblos, que era lo que permitía que esas masas forestales estuvieran controladas, y entendimos que debíamos trabajar sobre esos conceptos, comenzando por la educación medioambiental, que es la parte del proyecto subvencionada», comenta Leticia Sánchez, y todo «enfocado a la prevención de incendios a través del desbroce».
Educación ambiental para prevenir incendiosAsí, durante los meses de octubre y noviembre, profesores de la Escuela Kerbest han desarrollado una serie de acciones formativas, tanto teóricas como prácticas, con ganaderos, trabajadores municipales, escolares de los CRA Navas del Alberche y Alto Alberche y del instituto Valle del Alberche, en las que se han trabajado cuestiones como las nuevas técnicas de pastoreo, la introducción de la ganadería en la gestión de las podas o el vínculo ganadero que ha habido históricamente en estos pueblos, utilizando como áreas formativas las localidades de Navarrevisca, Navalosa, Navarredondilla, San Juan de la Nava y Navalmoral de la Sierra.
José María Olarieta, director de la Escuela Kerbest, comenta este proyecto de la Mancomunidad del Alberche «está dentro del objetivo principal de la Fundación Kerbest y de la Escuela de Pastores, la posibilidad de ser un punto de encuentro entre lo que han sido conocimientos que durante siglos se han venido desarrollando en el medio rural a través de la convivencia entre las personas y la naturaleza, y lo que se ha desarrollado a través de la ciencia y la tecnología... cómo se ha utilizado el ganado y el pastoreo para el cuidado del territorio y cómo se aumenta la biodiversidad utilizando elementos de pirojardinería, como son la plantación de vegetales que previenen los incendios y que favorecen además el compostaje de las plantas».
De esta experiencia formativa, Olarieta se queda con ese «enriquecimiento» mutuo gracias al contacto con los niños y jóvenes de estos pueblos con su territorio, con los trabajadores de los ayuntamientos, con los ganaderos y agricultores y con los alcaldes y concejales de la mancomunidad, con los que hemos compartido conocimientos y experiencias y la necesidad de mantener oficios, recuperar espacios y evitar catástrofes mediante usos tradicionales como el pastoreo o la pirojardinería», pues como indica, «se trata de utilizar los oficios que se han ido perdiendo para volver a tener los bosques limpios y cuidados».
Educación ambiental para prevenir incendiosUno de los profesores de la Escuela Kerbest encargado de esta formación ha sido Javier de los Nietos, quien señala que «siempre hemos escuchado de nuestros mayores que los incendios se apagan en invierno y eso es posible gracias a la acción del ganado con trabaja con los pastores, con los ganaderos, con los cabreros de esta comarca, para prevenir que haya gran cantidad de hierba, pasto y matorral en nuestras montañas y valles a disposición del fuego».
Por suerte, prosigue, «en esta mancomunidad todavía se conserva un gran arraigo con la ganadería y lo que tenemos que intentar es que no se pierda. Esperemos que después de esta formación, en ninguno de los pueblos se tengan que hacer grandes pilas y quemas de podas, que pueden ser un foco de riesgo de incendios en zonas periurbanas».
Y Jesús Crespo es uno de los empleados municipales de Navarrevisca que ha participado en el proyecto, quien indica que durante la jornada formativa han trabajado sobre «el compostaje, con una trituradora, para luego repartirlo en las jardineras y alrededor de los árboles, para que no crezcan malas hierbas».
Las sensaciones, una vez completada la parte de educación ambiental del proyecto, son «buenas», como reconoce la vicepresidenta de la Mancomunidad del Alberche, pues «al final, conseguir un proyecto de este tipo, aunque sea pequeño, es muy importante para nosotros y esperamos que sea una semilla que se ha plantado y que en el futuro nos acordemos de estas jornadas de formación como el germen de lo que estamos haciendo actualmente».