La familia de Olmo, que vive en Candeleda, y las de varios chavales más que residen en Poyales del Hoyo se turnan cada día para llevarles en coche hasta Arenas de San Pedro para que acudan a clase. Cada día de los nueve meses que dura un curso escolar. «Nosotros no conducimos, son las madres o los padres los que nos llevan a mí y a mis compañeros, que estudian Formación Profesional», nos cuenta.
El vehículo en el que ellos viajan a diario a lo largo del curso que está ya tocando a su fin es una de las muchas expediciones particulares que desde distintos municipios del valle del Tiétar tienen como destino final Arenas de San Pedro, donde la Junta de Castilla y León puso en marcha hace dos años el Centro Integrado de Formación Profesional Las Ferrerías, dotándole de una oferta de titulaciones variada, atractiva y adaptada a la realidad sociolaboral que incrementa las opciones educativas del valle del Tiétar, impartiendo dos ciclos de grado básico; tres de grado medio y dos de grado superior de FP.
Sin embargo, la falta de una línea de transporte público que conecte los distintos municipios de una comarca amplia como es el valle del Tiétar con Arenas de San Pedro coincidiendo además con los horarios de entrada y salida del centro educativo limita el acceso de alumnado a sus aulas porque, tal como reflejan los testimonios que recogemos aquí, obliga a recurrir al transporte privado y no todos los ciudadanos tienen esa opción. Incluso hay quien ante la ausencia de comunicaciones adecuadas opta por cursar FP en un municipio de otra comunidad autónoma porque le queda más cerca.
Precisamente para tratar de buscar soluciones a esta carencia de transporte que repercute en el acceso a la educación posobligatoria de los jóvenes de una zona habitada por 33.000 personas, prácticamente todas las asociaciones de madres y padres de los centros educativos de la comarca (una veintena) constituyeron hace un par de meses la Plataforma SOS Educación valle del Tiétar. Y aunque mantuvieron una reunión con representantes de las Administraciones públicas implicadas haciéndoles llegar el problema, lo cierto es que pocas soluciones sacaron en claro de la misma, en la que les remitieron al nuevo mapa de transporte regional que está elaborándose, aunque no hay plazos para que esté listo, lo cual prorroga sine die la solución al problema.
Ante esta situación, que pone en riesgo el futuro demográfico y poblacional de la comarca porque propicia la fuga de jóvenes de sus pueblos a estudiar fuera, la Plataforma SOS Educación Valle del Tiétar ha decidido emprender movilizaciones de protesta para visibilizar en la calle su demanda de un transporte público que se adapte a los horarios de los centros educativos de referencia como es el Centro Integrado de FP Las Ferrerías. Así lo ha decidido la plataforma en la reunión mantenida esta semana, en la que se fija para «septiembre u octubre» llevar a cabo acciones reivindicativas en la calle, cuyos detalles se concretarán precisamente en cuanto empiece el próximo curso escolar.
Mientras tanto y justo cuando nos encontramos en pleno período de petición de solicitudes de plaza para el próximo curso, que en el caso de los centros que imparten FP en Castilla y León permanecerá abierto hasta el 5 de julio, los posibles interesados en matricularse en el Centro Integrado de FP de Las Ferrerías de Arenas de San Pedro y no residan en ese municipio tendrán que ir pensando cómo desplazarse hasta allí cada día para acudir a clase.
A priori no parece que vayan a tener demasiados problemas en ser admitidos porque en la mayoría de los grados de FP que imparte hay vacantes de sobra (solo ha completado sus plazas el ciclo de grado medio de Cuidados Auxiliares de Enfermería), al menos así ha sido a lo largo del curso que ahora termina, en el que el centro ha contado con 160 alumnos. Aunque la media de vacantes que ofrece por cada curso está entre 25 y 30 plazas, se han ocupado de media entre 15 y 20, si bien algún curso solo ha tenido una decena de alumnos. El reto, por tanto, es aumentar alumnado una vez que en septiembre comience el que será el tercer curso para el Centro Integrado de FP, algo que no parece difícil conseguir si el transporte público en la comarca se adaptara a los horarios lectivos, que es precisamente la principal demanda de la Plataforma SOS Educación en el valle del Tiétar, que ha recogido el sentir de familias y alumnos, algunos de los cuales recogemos aquí.
NAZARET: ALUMNA (VIVE EN GAVILANES)
Esta joven de 24 años acaba de terminar el grado superior de Administración y Finanzas en el Centro Integrado de Formación Profesional Las Ferrerías de Arenas de San Pedro. Su hogar está en Gavilanes, así es que para poder ir a clase, durante todo el curso ha estado desplazándose a diario en su propio vehículo desde su pueblo hasta la cantina de Pedro Bernardo, donde junto a otra compañera de Mijares en la misma situación cogía el autobús hasta Arenas de San Pedro. «En Las Ferrerías tienen una oferta muy interesante de FP, viene muy bien para la comarca que haya diversas opciones de diferentes familias profesionales porque así podemos elegir, pero creo que en ese centro se matricularía mucha más gente allí si hubiera un transporte adecuado entre los pueblos del Alto Tiétar y Arenas de San Pedro», dice Nazaret. «Yo tengo coche, pero los chavales menores de edad lo tienen mucho más difícil para desplazarse a diario hasta allí porque al no haber un transporte escolar o un autobús regular que coincida con el horario escolar se lo pone muy difícil», añade. «Antes de que abrieran el Centro Integrado de FP de Las Ferrerías solo había dos posibilidades en el instituto de La Adrada: Administrativo o Mecánica, ahora sin embargo hay muchas más, pero no es fácil acceder a ellas por la falta de transporte», añade.
Para colmo, se da la paradoja de que el curso anterior ella sí estuvo viajando hasta el instituto de Arenas con otros compañeros en un autobús cuyo coste era sufragado «con una subvención y con aportaciones de las familias de alumnos, pero este curso lo retiraron».
ANA: MADRE (VIVE EN LA ADRADA)
Rafael estudia el primer curso del grado medio de Vídeo disc-jockey y sonido en el Centro Integrado de Formación Profesional de Arenas de San Pedro, pero reside en La Adrada, lo que significa que para poder ir cada día a clase su madre tiene que llevarle en coche hasta la parada de autobús más próxima, lo que le obliga a recorrer dos veces al día -ida y vuelta- los 35 kilómetros que hay entre su pueblo y la cantina de Pedro Bernardo, que es donde coge el bus. A diario, 70 kilómetros, que semanalmente son 350 kilómetros y al mes son 1.400 kilómetros de gasolina que corre de su bolsillo y de tiempo invertido en esos trayectos.
«Si no trabajas puedes hacer el esfuerzo de esos dos viajes diarios para que tu hijo pueda ir a clase, pero yo he empezado a trabajar ahora y es una verdadera locura porque compatibilizarlo te obliga a buscarte la vida y es complicado de verdad cuadrar horarios», explica Ana. «Sé que en Casavieja y Gavilanes se van turnando los padres de los chavales, pero en La Adrada somos la única familia que el hijo está en el Centro de FP de Arenas, así que eso me obliga a desplazarme yo sola todos los días dos veces, por la mañana temprano y a mediodía», añade. Por si fuera poco, si los estudiantes acumulan un número determinado de faltas no les evalúan, así que razón de más.
«Hay un autobús de línea regular que comunica estos pueblos con Arenas, pero sus horarios no coinciden ni con la entrada a clase ni con la salida; no veo justo que unos niños tengan más oportundiades de formación que otros según el sitio en el que vivan solo porque el transporte público no sea el adecuado», plantea Ana, quien también advierte que el Centro de FP de Arenas tendría más alumnos con un transporte mejor.
NATALIA: MADRE Y TAMBIÉN ALUMNA (VIVE EN SOTILLO DE LA ADRADA)
Natalia reside en Sotillo de la Adrada y lleva cuatro años haciendo viajes a diario a San Martín de Valdeiglesias, municipio de la Comunidad de Madrid pero situado a solo 15 minutos de su pueblo, mientras que desplazarse hasta Arenas de San Pedro supone un viaje de 45 minutos y a falta de un transporte público, ya sea un autobús escolar o una línea regular, la única solución posible es hacerlo es coche particular. En el instituto de esa localidad madrileña ella misma se sacó el grado medio de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería. «Animo, motivo y apoyo a otras personas para que tengan oportunidades mejores que aporten calidad y profesionalidad en el sector en el que trabajen, si ello cubre la falta de profesionales que hay en nuestra zona, mejor», nos cuenta Natalia. «En estos cuatro años he llevado en mi coche a chavales, a mujeres, a hombres que querían estudiar, en otras ocasiones nos hemos organizado varios padres haciendo turnos para garantizar que nuestros hijos sacaran el curso en San Martín viajando desde La Adrada, Sotillo, Navahondilla y Santa María del Tiétar», dice.
«Es necesario apostar e invertir por mejorar las comunicaciones y el transporte en el medio rural para evitar la fuga de jóvenes y sus familias que quieren seguir viviendo, formándose y trabajando en Castilla y León», reclama Natalia, quien advierte que las trabas que encuentran en la zona debido a las carencias en comunicaciones les llevan cada año a acabar en institutos «lejos de sus casas», de Talavera o Madrid, incluso matriculándose en grados que no se adaptan a sus gustos.