Comida tradicional entre bellas mariposas

M.M.G.
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El Colmenar entra en el siglo XXI renovando su decoración y con nuevo nombre, Pimpilala, en honor a las raíces ecuatorianas de su propietaria

Juan y Jennyffer, propietarios de Pimpilala.

Las cascadas de Pimpilala, en Ecuador, son todo un paraíso en la tierra. El Parque Nacional Llanganates esconde un rincón maravilloso que es, además, el hogar de   cerca de 1,100 especies de mariposas. De hecho, el nombre 'Pimpilala' en kichwa significa 'lugar de mariposas'. Y ahora es, también, el nombre con el que el que durante décadas ha sido el restaurante El Colmenar quiere comenzar una nueva andadura.

Cambio de año, de nombre y de decoración para uno de los establecimientos con más solera de Ávila y a cuyo frente se sitúan ahora el matrimonio formado por Juan Alfayate y Jennyffer Acosta.

Ella, ecuatoriana de nacimiento, es la principal responsable de que ahora sean mariposas las que adornen e iluminen los renovados salones de Pimpilala donde, eso sí, lo que no se ha modificado en absoluto es el buen hacer en fogones y en la barra.

Lo demuestra la concurrida afluencia de público que encontramos en la barra. Media mañana y numerosos clientes disfrutan de un tentempié acodados en la barra de un establecimiento que pusieron en marcha hace 24 años los padres de Juan, cuando compraron el edificio y lo rehabilitaron para abrir un restaurante.

En poco tiempo, El Colmenar se convirtió en parada obligatoria para todos aquellos que pasaban por delante, ya fuera de camino al polígono industrial de Vicolozano, o en su viaje hacia Madrid o Segovia.

Y lo cierto es que, a día de hoy, nos cuentan Juan y Jennyfer, el perfil del cliente sigue siendo el mismo.  «Nuestros clientes son, sobre todo, gente de paso», explica Juan, que no olvida tampoco a los abulenses que eligen el ahora Pimpilala para sus comidas familiares, o celebraciones.

¿Y qué se degusta en su casa?, les preguntamos. «Pues lo más típico», responde rápido Jennyffer, que enumera platos de los que no fallan nunca, como las judías blancas, el chuletón o las revolconas.

Ya sea en el menú del día o en la carta, la oferta gastronómica de Pimpilala no defrauda nunca a sus clientes, que cuando de acodarse a la barra se refiere, también saben que acertarán con cualquiera de los pinchos que salen de la cocina. «Aunque nuestro pincho estrella es la tortilla de patatas coronada con callos y pan», nos hace salivar Jennyffer. «En la barra destaca también la cocina tradicional», abunda la propietaria de un negocio que también tiene como puntos fuertes su gran aparcamiento (algo que agradecen muchísimo los clientes) y su terraza, también recientemente acondicionada y perfecta para disfrutar de, por ejemplo, las noches de verano.

Dirección. Carretera de Villacastín-Vigo, kilómetro 5.

Especialidad. En la mesa destacan sus asados en el horno de leña y en la barra, el pincho de tortilla con callos.

Horario. En invierno, de 8,00 a 19,00.En verano, hasta las 00,00 horas.