El fuego volvió a sembrar el pánico este lunes en el sur de la provincia de Ávila. Los vecinos de Mijares y Gavilanes veían desde sus casas como poco antes de las tres del mediodía las llamas originadas en la zona del Charco del Tuhón, junto a la garganta de las Torres, dentro del término municipal de Gavilanes, se extendían rápidamente hacia la vecina Mijares y llegaban al pinar más emblemático de la localidad, La Pinosa, donde a última hora de la tarde permanecía activo el fuego, declarado de Nivel 1 sobre las cuatro de la tarde por la Junta de Castilla yLeón, al verse afectadas más de 30 hectáreas de terreno, principalmente fincas agrícolas y explotaciones ganaderas, pero también zonas de jara y pino, según apuntó la alcaldesa de Mijares, Mercedes Soto.
Aunque a última hora de la jornada no se conocían las causas del incendio, tanto los miembros de las brigadas de extinción allí presentes como el propio alcalde de Gavilanes, Antonio Padró, apuntaban el carácter intencionado del mismo.
Y es que aunque el fuego tuvo en un primer momento un único foco, testigos presenciales comentaban a este periódico que media hora después ya eran cuatro puntos diferentes en los que tanto las brigadas de tierra como los medios aéreos y los cerca de 1.000 voluntarios desplazados a la zona trabajaban incansablemente, y alguno de los focos estaba separado de los otros por casi un kilómetro.
En concreto, durante toda la tarde estuvieron trabajando en las labores de extinción cinco agentes medioambientales, un técnico, dos cuadrillas de especialistas en la lucha contra incendios forestales, tres brigadas de refuerzo, un bulldózer, siete autobombas, cinco cuadrillas de tierra y la Guardia Civil, además de la práctica totalidad de los hombres de Mujeres y Gavilanes, que no dudaron ni un sólo momento en acudir a sofocar las llamas y que, de hecho, fueron los primeros en llegar al lugar, como han hecho en otras tantas ocasiones parecidas. Y todos ellos apoyados desde el aire por nueve helicópteros, uno de ellos de coordinación y otro bombardero, dos aviones anfibios con capacidad de descarga de 4.500 litros y un avión de comunicaciones y observación, pertenecientes a la Junta de Castilla yLeón, al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y a la vecina Comunidad de Castilla La Mancha.
Desde el primer momento y dado que las llamas avanzaban en dirección este, cruzando incluso la carretera AVP-705, esta vía de acceso desde la CL-501, que vertebra todo el Valle del Tiétar, hasta Mijares tuvo que ser cortada al tráfico y únicamente era utilizada por los camiones autobomba que debían subir a la parte alta del municipio para llenar sus depósitos de agua y por los voluntarios que acercaban tanto garrafas de agua como bocadillos a la gente que trabajaba en la extinción.
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