El Conservatorio celebra el perfil compositivo de sus alumnos

D. Casillas
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Alrededor de 130 estudiantes ofrecieron un concierto fruto del III Festival Creativo de Composición

El Conservatorio celebra el perfil compositivo de sus alumnos

Alrededor de 130 alumnos de Enseñanzas Elementales y Profesionales del Conservatorio Profesional de Música Tomás Luis de Victoria de Ávila demostraron el lunes por la tarde, en un concierto abierto al público que gustó mucho, sus buenas dotes no solamente para la interpretación sino también para la composición, escenificando en esa cita el interesaste trabajo que habían desarrollado para participar en el III Festival Creativo de Composición Musical organizado por el Departamento de Teoría de la Música.

Esta cita en el auditorio del Conservatorio fue el culmen, muy esperado y celebrado por los alumnos y muy disfrutado por el público que acudió a escucharles, de una actividad departamental en la que el alumnado trabajó hasta principios de marzo en la composición de una serie de piezas musicales muy variadas, bien de manera individual, bien grupal.

Todas las familias de instrumentos –viento madera, viento metal, cuerda, percusión… además de la música vocal– sonaron en ese concierto, en la mayoría de los casos compartiendo escenario para fundirse y demostrar unas posibilidades de combinación quizás no habituales pero que evidenciaron ser muy atractivas, a veces para generar una alegría contagiosa, otras para provocar sentimientos intensos, otras para jugar con la solemnidad y/o el dramatismo, siempre con la emoción como ingrediente principal y con el valor añadido de tratarse de obras originales e inéditas.

profesores. Los profesores Francisco Javier López, Ángel Rodríguez, Paula Navarro, Pablo Cabero, Giuliano Parisi, Fátima Fernández, Jesús Zamora y Marta Vázquez fueron los responsables de poner en marcha ese festival, motivando y ayudando a los estudiantes, cuya finalidad declarada era la de «estimular la creatividad del alumnado a través de la composición musical», un reto que, como quedó patente, consiguió un gran seguimiento.

Una veintena de temas compuestos por los alumnos junto con sus profesores sonaron en esa cita vespertina, abarcando muy diferentes estilos y hermanando por ejemplo al piano con el saxofón, a la batería con la guitarra, o a la cuerda frotada con la percutida.

También tuvo cabida la poesía, la cercana de la poeta abulense María Victoria Muñoz Arenas, ya que uno de sus poemas, titulado La música que duerme a mi niño, fue el motivo de inspiración de la cuarta pieza que sonó en el concierto y su letra fue declamada al mismo tiempo que sonaba la música, consiguiendo transmitir el dramatismo del duro tema abordado.

El resultado fue original, bonito, muy disfrutable por los intérpretes y por los espectadores, y lo importante es que fue una iniciativa que no se agotó en esa hora y pico de concierto sino que venía muy viva de antes y a buen seguro que lo seguirá estando mucho después.

Como premio añadido al de los aplausos, y al de la lógica y merecida satisfacción personal por el trabajo bien hecho, a cada uno de los alumnos participantes se le entregó un diploma acreditativo.

Las partituras presentadas han pasado a formar parte de la biblioteca del centro (que se reserva y adquiere el derecho de difusión de las obras en audio y vídeo, así como su autoría, sin perjuicio del hecho de que los autores puedan hacer uso de las obras presentadas con el único requisito de que hagan constar la participación o la mención obtenida en dicha convocatoria), donde podrán ser consultadas.