Alberto Sánchez/ Ávila
No hay punto malo en esta Segunda RFEF.No lo fue el que consiguió el Real Ávila en el Verónica Boquete de SanLázaro ante el SDCompostela. Quizás corto si se ponen en la balanza los méritos de unos y otros pero nunca malo para un Real Ávila al que no es la necesidad ni la urgencia lo que le mueve sino la ilusión y la posibilidad de conseguir mucho más de lo exigible para un recién debutante. Un punto con el que los chicos de Miguel de la Fuente avanzaron una casilla en el tablero de la liga –de la cuarta a la tercera posición– en un fin de semana en el que bien habrían dado por bueno un punto el Real Avilés Industrial o el Salamanca UDS, que se marcharon de vacío de Guijuelo y Langreo respectivamente. Porque un punto supone un mundo en una Segunda RFEF donde las distancias son estrechas y cada paso adelante toca pelearlo. Siempre se ha dicho de la igualdad de la categoría, pero hay que vivirlo para entenderlo. Una victoria –tres puntos– separa al Real Ávila (27), tercero, del ClubMarino de Luanco (24), octavo. De por medio Real Avilés, Salamanca UDS, RCDeportivo Fabril o Rayo Cantabria.Al quite el Real Valladolid Promesas (23) o el UPLangreo (23), deseosos de unirse a la fiesta de los de arriba y evitar las angustias de los de abajo.
«Contento» se definía Miguel de la Fuente tras el choque. «Valoro mucho el punto fuera de casa» explicaba el técnico en todos los sentidos por lo conseguido. Empezando por lo clasificatorio. «Nos permite volver a estar terceros». Siguiendo por todo lo demás y quizás más importante. «Nos permite reforzar al equipo en todo lo que hemos hecho bien». Se volvió a ver ese Real Ávila de transiciones rápidas, de solidez defensiva, de compromiso colectivo, solidario y atento...Todas esas señas de identidad que han llevado al equipo allí donde está.Ya merece el premio a equipo revelación de la temporada, sea cual sea el final.
Más fotos:
El equipo recuperó su identidad y con ello las sensaciones tras una semana complicada en lo mental por las muchas emociones acumuladas ante el Real Valladolid en Copa y su Promesas en liga. «Tuvimos personalidad con el balón, asumimos riesgos, quisimos sacar el balón jugado...» Sólo le faltó el gol. «Nos ha faltado finalizar jugadas». El balón de Mario Rivas al larguero bien podría haber decantado el duelo a favor de los del Adolfo Suárez, donde este sábado –17,00 horas– cerrarán el 2024 y la primera vuelta de la competición ante el líder, el Pontevedra.