Hombres y mujeres del tiempo y, también, niños. Al menos en el caso de la provincia de Ávila donde una de las estaciones meteorológicas de esa red secundaria de la AEMET es atendida por los alumnos de un colegio. Así ocurre en San Bartolomé de Pinares, donde los alumnos del CRA Valdelavía se encargan cada mañana de anotar los datos de temperatura y precipitación que en las últimas 24 horas ha recogido la estación termo pluviométrica instalada por la Agencia Estatal de Meteorología en un edificio municipal.
San Bartolomé de Pinares tuvo una estación meteorológica de la AEMET desde 1946 a 1967 que no se sabe muy bien por qué dejó de funcionar y de la que además «no se ha encontrado información». Hace unos años, en 2017, Javier Abad, vecino de esta localidad, decidió ponerse en contacto con la Agencia Estatal de Meteorología para ofrecerse a colaborar en la recogida de datos en su pueblo y dentro de un proyecto muy interesante que implicaba además a los alumnos del colegio con el objetivo de despertar en estos niños y niñas «conciencia medioambiental». El proyecto fue muy bien acogido por la AEMET, que instaló hace casi siete años una estación termo pluviométrica en una finca municipal donde los alumnos también comenzaron a cultivar un huerto dentro de ese proyecto didáctico impulsado por Javier Abad en colaboración con la dirección del colegio.
Javier Abad es, a sus 35 años, el colaborador más joven de la AEMET en Ávila y el encargado de recoger los datos de temperatura y precipitación de esta estación. Una labor en la que cuenta con la ayuda de su madre, Leonor, y de los alumnos del colegio de San Bartolomé de Pinares que todas las mañanas, bolígrafo en mano y junto con alguno de sus profesores, anotan cuidadosamente la temperatura máxima del día anterior, la más baja de la jornada y también la lluvia caída.
También hay niños del tiempoEste viernes la encargada de recoger los datos de esta estación era Melinda Vega Hernández, alumna de sexto de Primaria, que como si fuera el hombre del tiempo contaba a este periódico que la temperatura máxima del día anterior había sido de 15 grados, la mínima de 8,5 y que a eso de las 10,00 horas de la mañana en San Bartolomé de Pinares ya había 9,5 grados. También, y demostrando su conocimiento en la materia, contaba esta pequeña que el día más lluvioso del pasado enero, un mes que ha sido atípico en lo que se refiere a temperaturas máximas, la jornada de más precipitación fue la del día 16 cuando cayeron 18,8 litros por metro cuadrado.
Pero esos valores no son nada, apunta Abad, con los del 3 de septiembre de 2023 cuando en esta estación, cuyo termómetro ha llegado a marcar -6 grados y a subir hasta los 40, se recogieron 112 l/m 2.