Unas 400 personas han pasado por las 17 actividades de Telart

Redacción
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La Residencia de Arte de Santa María del Berrocal ha recibido este año a siete artistas

Unas 400 personas han pasado por las 17 actividades de Telart

La segunda edición de la Residencia de Arte Telart se ha despedido de Santa María del Berrocal dejando muy buenas sensaciones a organizadores, participantes y vecinos de la localidad.

Durante las dos semanas en las que se ha desarrollado, las vecinas de Santa María del Berrocal y sus pedanías han podido convivir con las siete artistas que han participado en un movimiento que tiene como pilar la integración con la población local. 

Según se explica desde la organización, la creación artística se ve influida por la tierra abulense y la población local ve aumentada la oferta cultural y la posibilidad de conocer de cerca a las artistas. Así por las 17 actividades realizadas, siete de ellas financiadas por el Ayuntamiento, pasaron unas 400 personas. 

De manera gratuita se ofrecieron formaciones sobre arte, género, cooperación y ruralidad y se organizaron talleres en que se reflexionó sobre la muerte, las piedras sacras, el género y la despoblación, además de que se recogieron relatos de las mujeres de Berrocal y se escuchó música en directo.

El colofón final fue la exposición donde se pudieron ver más de 20 obras, algunas de las residentes de 2023. 

Es el caso de Rosa aka Dormida, que generó una obra de videoarte que es una historia sobre infancia, heridas, dualismos y ternura. Una historia que tenía como objetivo ejercitar la ternura, escucha y paciencia. Para ello recopiló testimonios locales, sonidos de Berrocal, unas panaderas cantadas por Jimena y una grabación del Manifiesto Cyborg de Donna Haraway leída por una IA. Todo ello mientras vemos grabaciones de Berrocal, editadas y modificadas con IA.

La obra de Raquel Calvo fue el resultado de un proceso de convivencia y acciones en torno al tema de la muerte desde múltiples perspectivas. Creó una mortaja y ataúd donde se invitó a vivir la experiencia 'meditativa' de una muerte simulada y tras ello escribir sus propios epitafios en la tapa.

Por su parte, Helena Aikin creó la escultura 'Caracola improbable (Homenaje a Don Vaquero)' usando una lona de una las empresas textiles que existió en Berrocal. 

Jimena Merino realizó una 'Cartografía de Berrocal' a través de varias piezas artísticas. 

Bárbara Velasco presentó un trabajo de investigación sobre la huella y la relación entre lo urbano y lo rural. 

Sandra Ruiz Díaz hermanó a las mujeres rurales de Tierra del Fuego con las de Berrocal.

Y Marina Gil incluyó esta residencia en su proyecto 'Canto al fresco', donde va cantando a las personas que se encuentran en poblaciones de menos de 500 habitantes desde Gerona hasta Cáceres.

En el cierre de este año se otorgó la 'Mención Asunción de Álvaro' a la ayllonesa Jimena Merino.