La pequeña localidad de Rivilla de Barajas se hizo en el ocaso de este viernes un poco más grande, al menos en lo emotivo, al volver a convertirse, por segundo año consecutivo, en escenario de una «velada mágica e inolvidable» con la celebración del singular concierto 'Piano desde el Cielo', un evento que, explicó el alcalde de este municipio morañego, Anselmo Sanz, «reunió a una multitud entusiasta en torno a la música y el arte. El éxito de la convocatoria fue tal, añadió, que, «en un hecho sin precedentes, se tuvieron que sacar los bancos de la iglesia para acomodar a la gran cantidad de asistentes, quienes acudieron para disfrutar de una noche que quedará grabada en la memoria de todos».
Esta noche de música en las alturas, que tuvo como telón de fondo un precioso ocaso, comenzó con las actuaciones de «los talentosos estudiantes de piano, que demostraron un altísimo nivel artístico y técnico, ofreciendo un repertorio variado que cautivó a todos los presentes. La emoción y el aplauso del público fueron el reconocimiento al esfuerzo y dedicación de estos jóvenes músicos, que brillaron bajo las estrellas».
La velada continuó con la actuación de Fernando Simón, que «con su sensibilidad y maestría al piano» ofreció un concierto orientado a obras clásicas «con el que supo conectar de manera profunda con el público, interpretando piezas que evocaron emociones y recuerdos en todos los presentes».
El broche de oro de la noche lo puso Jesús Fernández, el cual deleitó al público con piezas de bandas sonoras muy conocidas, así como algunas de sus propias composiciones, «logrando crear una atmósfera de ensueño, transportando a los oyentes a través de la música a paisajes sonoros únicos y evocadores».
'Piano desde el Cielo', afirmó Anselo Sanz, «ha demostrado ser mucho más que un simple evento musical; ha sido una celebración de la cultura, la comunidad y el arte en su máxima expresión. Rivilla de Barajas, con su acogedor ambiente y su cálida gente, ha sido el escenario perfecto para una noche que, sin duda, marcará un antes y un después en la historia cultural de la localidad».
La organización del evento, acabó, «agradece la aportación de participantes, músicos, voluntarios y asistentes, que con su apoyo y entusiasmo han hecho posible esta noche tan especial»... de la que ya se espera celebrar en 2025 una nueva cita.