Hace unos días, una persona muy cercana me llamó por teléfono nada más salir de una entrevista de trabajo. Lleva varios años formándose en marketing y herramientas digitales. Un gran cambio en su formación, ya que se ha dedicado a la atención al público buena parte de su vida laboral. Aunque su trabajo le gustaba, varias circunstancias le llevaron a replantearse su futuro profesional. Puso en una balanza todo el conocimiento y trabajo realizado hasta ese momento y otras opciones posibles en otro sector.
Tras pensarlo mucho tomó una decisión, formarse en aquello en lo que realmente veía una buena oportunidad laboral. Y así lo ha hecho. Después de mucho sacrificio y estudio, ahora ha comenzado a trabajar en una empresa relacionada con el marketing y venta. Desde entonces no me ha parado de repetir lo motivada que se siente en este nuevo empleo. Motivación, esa gran herramienta que las empresas deberían fortalecer entre sus trabajadores.
Y les voy a poner otro ejemplo de cambio profesional con el que me he topado al ir a grabar el programa 'Campo abulense' de La 8 Ávila. Un ganadero de un pequeño pueblo de Ávila compagina su trabajo en una empresa ubicada en Madrid y su explotación de ganado equino. Siempre le han gustado los animales y siempre tuvo claro que quería volver a su pueblo. Por eso, hace dos años este ingeniero de sistemas vio que la venta de ejemplares de raza Hispano- bretón era una buena opción para incorporarse al sector primario. Así que teletrabaja y atiende a su ganado en su tierra.
Son solo dos ejemplos de personas que han arriesgado su estabilidad laboral y económica por sentirse motivados en otras facetas laborales. A veces hay que pararse a pensar si aquello en los que estamos trabajando, nos llena profesionalmente. Y a partir de ahí, tomar decisiones. Y es que nadie dice que sea fácil, prueba de ello también son aquellas personas que optan por prepararse una oposición. Hay quienes pueden centrarse solo en estudiar y otras que tienen que compaginar el estudio con el trabajo. Una carrera de fondo para llegar a la meta profesional que cada uno quiere, en la que esfuerzo y motivación deben ir de la mano. La recompensa merece la pena.