Las víctimas de Angrois han constatado en la primera jornada de la fase civil del juicio del Alvia la "herida abierta" y las secuelas tanto físicas como mentales que les dejó el accidente, ocurrido hace casi 10 años y en el que fallecieron 80 personas y resultaron heridas casi un centenar y medio.
La primera sesión de la fase civil, en la que se tratan de establecer las indemnizaciones de los heridos y los familiares de las víctimas, que suman un total de 57,7 millones de euros, ha comenzado a las 09:45 de la mañana.
Antes de empezar, en declaraciones a los medios de comunicación el representante de la asociación de perjudicados Apafas, Cristóbal González, ha señalado que afronta el juicio con "desilusión, impaciencia, nerviosismo y desmotivación".
"Después ya de nueve años esto hace mucho daño. Yo lo que pediría que acaben pronto, que no se demoren más. Porque no os podéis imaginar el daño que ocasiona todo esto", ha declarado.
Según ha afirmado, el juicio es "la única herida que queda abierta", mientras todavía permanezca en curso.
"Este daño es irreparable. Habrá sentencia, pero justicia, lo dudo", ha añadido el representante de Apafas, que ha recordado que se trata de un accidente que "desde el primer momento se pudo haber evitado".
González declarará esta mañana en cuarto lugar ante la jueza María Elena Fernández Currás, en una sesión en la que intervendrán un total de 15 testigos, todos ellos víctimas -lesionados y heridos- del accidente.
Las acciones se dirigen contra la aseguradora de Renfe (QBE); la de Adif (Allianz Global Corporate & Speciality); Renfe Operadora y Adif.