Fiesta y un buen chapuzón

B.M
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La fuente del Descubrimiento se convirtió en el lugar donde celebrar en Ávila la Eurocopa lograda

El árbitro pitaba el final del partido y era el momento de la celebración. España había ganado su cuarta Eurocopa y la alegría se desbordaba en el terreno de juego. Allí y en prácticamente en todos los rincones de España en los que la gente se lanzaba a celebrar en la calle el título conseguido. Y como es habitual en Ávila, el lugar de reunión fue la fuente del Descubrimiento, donde se acercaron cientos de abulenses que quisieron ser parte de la fiesta de la Roja, en este caso con una celebración con chapuzones incluidos. 

La Policía Local se encargó de delimitar el tráfico para hacer más segura una celebración en la que destacaban las banderas y camisetas de España aunque, curiosamente, había una de Inglaterra, el rival en la final. También alguna que otra camiseta curiosa donde se leían frases como 'Yo soy español', que además fue una de las protagonistas de los cánticos que se escucharon durante la noche, protagonizados sobre todos por los jóvenes.

En el capítulo de incidencias quedaron una veintena de asistencias que realizó Protección Civil, con 16 asistencias por traumatismo, una intoxicación etílica y una lipotimia que se atendieron en un dispositivo instalado en la propia plaza y que contó con el Puesto de Mando Avanzado,  ambulancia, un vehículo de intervención rápida y un vehículo de apoyo logístico. También fue necesario atender a un perro, al parecer abandonado por su dueño y que pasó la noche con los policías hasta proceder a su identificación.

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Fiesta y un buen chapuzón
Fiesta y un buen chapuzón - Foto: Rmestudios ICAL
Fiesta y un buen chapuzón
Fiesta y un buen chapuzón - Foto: Rmestudios ICAL
Fiesta y un buen chapuzón
Fiesta y un buen chapuzón - Foto: Rmestudios ICAL

Pero esa es solo la cara más triste de una celebración que, por lo demás, fue todo alegría. Una alegría que se vio en los baños en la fuente y cómo se salpicaba a la gente de los alrededores, que rodeaba toda la zona mientras muchos se encargaban de inmortalizar el especial momento (también con alguna bengala) con sus teléfonos.