Editorial

La sanidad abulense es particular, pero tiene margen de mejora

DAV
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La provincia de Ávila veía en los últimos años como se iba incrementado la lista de espera quirúrgica de forma exponencial, sobre todo en algunas áreas muy concretas, como Traumatología, que ya de por sí es una especialidad que acumula no pocas horas de quirófano en todos los hospitales de la comunidad. 

Con un plan de choque en marcha, tras varios intentos que según pasa el tiempo se ve que no era capaz de ponerse en orden por sus propios medios, y la búsqueda de profesionales que quisieran asentar el desarrollo de su carrera profesional en un complejo hospitalario como el de Ávila, se ha logrado reducir esa lista de espera, y también la demora para entrar en el quirófano, aunque en los últimos meses este dato haya crecido levemente.

Aun así, Ávila ya no está marcada en rojo como sucedía antes en la tabla estadística de lista de espera quirúrgica. Y es motivo de satisfacción, sin embargo, esto no evita algunos nubarrones que se ciernen sobre la sanidad abulense.

Hay otro tipo de pruebas diagnósticas que, a pesar de la puesta en marcha de medios en los últimos años, arrastran un gran retraso que desespera a los pacientes. Y es un ámbito en el que hay que mejorar.

También están las experiencias personales, que no por el hecho de ser individuales, han de restar importancia a la calidad asistencial del Complejo Hospitalario de Ávila. Sin embargo, al margen de las habladurías, muchas no acaban de culminarse en reclamaciones formales en la oficina de atención al paciente, que es donde se pueden contabilizar. Aunque de las estadísticas conocidas, resulta curioso que las provincias de Castilla y León es donde menos quejas se ponen. ¿Quizás pasa más inadvertido este servicio? Si la voluntad es mejorar la sanidad, debería fomentarse el conocimiento de esta posibilidad de reclamaciones o sugerencias.

Pero, además, Ávila es particular, porque es la provincia de Castilla y León donde los ciudadanos van más al médico y a la enfermería pública. Quizás sea importante la media de edad, pero también en las consultas de Pediatría, el número de niños atendidos en Ávila es superior a la media regional. Conclusión: vamos muchos y hay escasez de médicos. Plantear así el problema podría permitir encontrar soluciones.

Y, por último, las infraestructuras. Cuando el problema es gordo, la solución ha de ser contundente, y nos referimos al retraso que se vuelve a acumular en Arévalo de las paralizadas obras del centro de salud. Sacar de manera pública un concurso al que no opta ninguna empresa y venderlo como un logro merecedor de medalla es la analogía de vender la piel del oso antes de cazarlo.