Pronto para cuantificar daños por la borrasca

I.Camarero Jiménez
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Asaja acusa a la CHD de abandono y UCCLreclama la zona catastrófica y avisa de que los cultivos ya pueden estar dañados

Pronto para cuantificar daños por la borrasca - Foto: Isabel García

Las inundaciones provocadas por la borrasca Juan en tierras abulenses siguen dando que hablar y de hecho este martes cobraron protagonismo en el Consejo Provincial Agrario presidido por el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández Herrero, y al que acudieron responsables de las organizaciones agrarias, entre otros muchos. Hablamos de estragos provocados por el agua y sufridos en la Moraña y  en la sierra de Ávila por los profesionales de la agricultura y la ganadería. Los presentes en el consejo coincidieron en señalar que «es pronto» para hacer balance de los cuantiosos daños ya que entre otras cosas «hay que esperar a que el agua que ha anegado los campos y que ha provocado destrozos en infraestructuras debe ir desapareciendo» para conocer una realidad que, sin duda, va a ser dura y cuantiosa de cara a tratar de paliarla.

Desde UCCL, Francisco Robledo, se mostraba cauto a la hora de poner cifra a los daños provocados por las inundaciones  que se han cebado sobre todo en el sector ganadero porque «hubo gente que no pudo acceder a sus granjas ni para ordeñar ni para alimentar al ganado». Tenía claro que la petición de zona catastrófica era obligada porque los daños «han sido cuantiosos tanto en llevada de puentes, metida de agua en granjas, daños en los cultivos...».  No se pone cifra porque la cosecha en general puede estar dañada sin remedio porque además de que «el agua ha corrido por las tierras y se ha embalsado, el campo está completamente anegado y las raíces de los cultivos que están sumergidas en el agua, pueden enfermar y al final la cosecha, si no vienen las cosas bien, puede irse al traste un año más». Por su parte, desde Asaja, Joaquín Antonio Pino, era de la misma opinión y además se mostraba especialmente molesto con la Confederación Hidrográfica del Duero a la que acusó de «abandono» y a la que culpó en parte del agravamiento de los daños pues «impide que propietarios  de explotaciones y fincas y los propios habitantes de los pueblos puedan limpiar los cauces y los regueros por donde tiene que ir el agua», así ocurre que «cuando llegan estas avenidas se llevan todo lo que encuentran a su paso». Pedía al organismo de cuenca «más labor de prevención cuando hay que hacerla y  que permita limpiar cauces cuando lo piden ayuntamientos y particulares además  de una restauración rápida de las infraestructuras afectadas». Colaboración a varias bandas y declaración de zona catastrófica eran otras de sus peticiones. El problema es que no se puede entrar en las parcelas porque ha llovido mucho en invierno con lo que no se ha podido acabar la sementera y tampoco se ha podido abonar: «Va para largo esta situación» auguraba. Además ahora de  algú n modo llueve sobre mojado y está en peligro la cosecha porque con tantas precipitaciones proliferarán las malas hierbas y porque la raíz está dañada y no se puede fertilizar.

Malas perspectivas sin duda en el campo y para los cereales. Y es que «la culpa además de la copiosa lluvia pasa por el mal mantenimiento de los cauces», decía Miguel Ángel Martín , otro de los representantes de las OPAS. 

Respecto a este asunto decía el delegado que sigue en constante contacto con todos los alcaldes de los municipios afectados solicitándoles datos concretos para evaluar las actuaciones que pueda hacer la Junta, que a su vez sigue en contacto con la Diputación para la evaluación de daños que, dijo, «serán analizados en el próximo consejo de gobierno de la Junta de Castilla y León»  que en cualquier caso se pedirá «el resarcimiento de los daños».