Algunos vecinos de Candeleda todavía no se han repuesto del susto. No todos los días se ve a un hombre por la calle pertrechado con una escopeta recortada y profiriendo insultos y amenazas indeterminadas. Al menos dos personas contemplaron esa estampa más propia de una película que de una sofocante tarde del mes de agosto. Ocurrió este viernes y en seguida dieron aviso a la patrulla de Policía Local de la localidad que estaba haciendo labores rutinarias de vigilancia.
Los agentes no tardaron en atar cabos. Esa mañana habían acompañado a operarios municipales a llevar a cabo la limpieza de un solar situado en el casco urbano de Candeleda en el que el hombre que les describían –conocido de sobra en el pueblo por su carácter conflictivo– llevaba tiempo acumulando grandes cantidades de enseres que recogía de la basura, lo que suponía un riesgo tanto a nivel higiénico-sanitario de esa calle como por la posibilidad de que se pudiera originar allí un incendio, situación que había generado malestar entre los vecinos, de ahí que el Ayuntamiento ordenara limpiarlo. Sin embargo, el hombre no se tomó bien la medida y en cuanto llegó la patrulla de limpieza al solar empezó a proferir insultos y amenazas dirigidas tanto a los propios policías locales allí presentes como contra el personal municipal, el alcalde y el concejal de Urbanismo, así como contra sus familias.
Pese a que el ambiente era tenso debido precisamente a la discusión que generó el hombre, finalmente la parcela quedó limpia, sacándose de allí tal cantidad de residuos que con un camión no fue suficiente y hubo que cargarlos también en una furgoneta.
Y aunque los agentes no imaginaban que llegaría a cumplir sus amenazas, en cuanto un par de horas después dos vecinos les alertaron de la presencia de un hombre con una escopeta por la calle enseguida supieron que se trataba de él. Una vez personados en la calle que se les había indicado, comprobaron cómo portaba una bolsa en cada mano. El hombre hizo caso omiso a la orden que los agentes le dieron de que se detuviera y, aunque trató de huir, finalmente fue interceptado por ellos justo cuando se giraba haciendo ademán de introducir la mano en la bolsa de papel marrón que portaba. En ese momento fue derribado y detenido por un presunto delito de tenencia de armas prohibidas, otro de amenazas y un tercer delito de atentado contra la autoridad.
De hecho, en el registro los agentes localizaron en la bolsa de papel marrón una escopeta recortada abierta y preparada para ser cargada, al igual que dos cartuchos del calibre 12 que guardaba en el bolsillo del pantalón.
a disposición judicial. Una vez detenido y reconocido en el centro de salud de Candeleda, el hombre quedó bajo custodia de la Guardia Civil, que le trasladó a los calabozos de Arenas de San Pedro, donde pasó a disposición judicial.
Debido al peligro potencial que presentaba un suceso de estas características, en cuanto la Policía Local de Candeleda dio aviso a la Guardia Civil enseguida encontró el apoyo y la colaboración del Instituto Armado, que movilizó a una patrulla del Destacamento de Tráfico e incluso a la pareja del puesto de Candeleda que estaba de servicio y que en esos momentos se encontraba en el incendio forestal de El Hornillo. Aunque cuando ellos llegaron el hombre ya estaba detenido, la Policía Local de Candeleda agradece el dispositivo de apoyo.