Sucesor de António Costa al frente del Partido Socialista (PS) de Portugal, Pedro Nuno Santos es también el candidato de la formación ahora gobernante a primer ministro en las elecciones que el país celebrará el próximo 10 de marzo.
Más allá de la inquietud sobre la economía en una nación que «está creciendo más que cualquier otro Estado de la UE» y que pretende modernizar si llega al Gobierno, el progresista (1977, São João da Madeira) también tiene una seria preocupación sobre el cambio climático y, sobre todo, la sequía, cuyo debate quiere llevar a Bruselas.
La Península Ibérica es una de las regiones del mundo que más sufre el impacto de la crisis climática. ¿Qué vías de colaboración ve entre Portugal y España frente a la sequía?
La sequía es un tema que preocupa mucho a los dos países y ya ha habido una respuesta del Gobierno portugués y del español. No obstante, es un tema también europeo. El cambio climático tiene consecuencias para las fronteras de cualquier país y, por tanto, queremos llevar el tema del agua, de la sequía, al debate comunitario, porque entendemos que este tema no puede ser solo un asunto nacional y debe tener una respuesta de la UE.
¿Consideraría viable una transferencia de agua del embalse de Alqueva a zonas de España aquejadas por la sequía como Andalucía?
Es un tema que no está estudiado y, por tanto, no tengo mucho que decir en este preciso momento.
Si gana en las elecciones del 10 de marzo en Portugal, ¿mantendrá el proyecto de tren de alta velocidad como está ahora, con la conexión Lisboa-Vigo?
Yo fui ministro de Infraestructuras (entre 2019 y 2023) y, por tanto, el proyecto de la alta velocidad comenzó conmigo y va a continuar, obviamente. Primero hay una idea equivocada sobre la conexión Lisboa-Madrid, porque está en curso, siempre me sorprenden algunas declaraciones de los alcaldes de ambas capitales, porque en realidad esa conexión está en marcha, tanto del lado español como del portugués.
Aun así, para nosotros la conexión Lisboa-Oporto y Oporto-Vigo es vital porque la demanda entre Lisboa y Oporto es 10 veces superior a la de Lisboa con Madrid, eso primero. Segundo, la conexión entre Galicia y el norte de Portugal es muy importante, porque hablamos de dos regiones con mayor relación económica y social, por eso para nosotros, y sabemos que también para España, la conexión Oporto-Vigo es fundamental. Hablamos de las dos regiones más integradas económica y socialmente.
Pero esa conexión Lisboa-Oporto y Oporto Vigo no pone en riesgo la inversión que se está haciendo ahora entre Lisboa-Elvas y Badajoz-Madrid, ese trabajo se lleva a cabo en el momento en que estamos hablando.
Tras ocho años de Gobierno de Costa, si usted gana las elecciones va a heredar un país con protestas todas las semanas, una grave crisis de vivienda y bajos salarios. ¿Cuál es su receta para resolver esta situación?
Primero quería decirle que el pasado martes escuchamos que Portugal fue el país que en el marco europeo más creció económicamente; el segundo fue España. Los dos son los Estados que están creciendo más económicamente que cualquier otro europeo. Ese es el camino que queremos continuar, porque la economía y la política financiera, y el desarrollo económico de Portugal son mi primera prioridad.
Muchos de los problemas que todavía tenemos en Portugal se deben a una economía que no es suficientemente sofisticada, compleja, diversificada... Y esa es nuestra prioridad principal: conseguir aplicar una estrategia que permita a Portugal migrar a sectores de mayor valor añadido con mayor incorporación del conocimiento. Esta es nuestra primera prioridad, que pretende dar respuesta a muchos de los problemas a los que nos enfrentamos, concretamente, los bajos salarios.
En sus discursos habla de la necesidad de modernizar la economía, pero también ha dicho que no se puede cambiar todo al mismo tiempo, que es preciso definir prioridades. ¿Cuáles son las suyas?
Lo que es importante en este momento, y es lo que he defendido, es que no tenemos recursos ilimitados, no podemos tener la pretensión de apoyar a todos los sectores de la misma manera, los tenemos que usar de manera inteligente y tener una política más selectiva, apoyando con más fuerza, más intensidad, los sectores y las tecnologías con mayor capacidad de arrastre para el resto de la economía. No será el primer ministro o el titular de Economía quienes escojan o definan cuáles son los sectores a apoyar.
Tenemos que implicar a la sociedad portuguesa, las asociaciones empresariales, las universidades... para definir cuáles son los sectores donde hay más capacidad instalada en Portugal, científica, tecnológica, empresarial, que nos permitan entender cuáles son los de mayor arrastre de la economía. Por tanto, la selección de los sectores y de las tecnologías tiene que ser un proceso muy participativo y no decidido desde un gabinete ministerial.