Visiblemente emocionado se despide Óscar García Barroso de sus doce años como secretario general de CCOO Ávila. Los estatutos del sindicato mandan y, una vez llegado a su tope como la cabeza visible de la organización, deja el cargo este jueves en el marco del XIII Congreso de CCOO Ávila que se está celebrando en el auditorio San Francisco, un número que "pone en evidencia la trayectoria y la aportación del sindicato desde el punto de vista sindical y sociopolítico". Alberto Novoa, el que fuera coordinador de IU entre los años 2009 y 2016 y ahora delegado de CCOO y presidente del comité de empresa del Ayuntamiento de Ávila, se perfila para sucederle como el próximo secretario general, al encabezar la que parece la lista única que se presenta al congreso. A falta del debate y votación, Alberto Novoa explicó a los medios de comunicación que da el paso al frente en el marco de su "compromiso sociopolítico", desde "la entrega al trabajo político y social que vengo haciendo, ahora desde la militancia en CCOO", y con la idea de "aportar a una organización imprescindible en la provincia que tiene que continuar con el trabajo realizado hasta ahora y siendo punto de referencia para la gente trabajadora". De esta manera, Novoa abogó por "velar por los derechos de la gente trabajadora y por la permanencia y mejora de los servicios públicos de la provincia", teniendo como una de las grandes preocupaciones la "creación de empleo".
Antes de la proclamación, Óscar García realizó un improvisado balance de sus doce años al frente de CCOO Ávila, sindicato que augura "seguirá siendo una referencia para la clase trabajadora, para la disputa de la hegemonía cultural y para estar en los espacios de la vida de la gente". "Posiblemente un día como hoy pase desapercibido para la inmensa mayoría de la sociedad abulense, pero aquí también se juega una parte muy importante de sus vidas", dijo en referencia al futuro de la negociación colectiva, la mejora salarial, la igualdad, la subida de las pensiones o la mejora de las condiciones de trabajo. "Son muchos los espacios donde el sindicato ha llevado su pretensión y la realidad transformadora", dijo Óscar García, quien destacó especialmente su incidencia en la empresa, que "es nuestra esencia" y donde tienen "una amplísima representatividad" para encontrar "mecanismos para disputar los repartos de riqueza y de condiciones de trabajo", y también su condición sociopolítica, ámbito en el que hizo autocrítica por "no haber llegado a hacer ver a las instituciones la importancia del Diálogo Social local". En su análisis remarcó que "hemos estado allá donde había una pelea, una injusticia y motivos por los que luchar y entender que eso debe formar parte de la lucha de la clase trabajadora".