Cuando el balón echa a rodar, esto ya es un no parar. Esa sensación es la que vive el Real Ávila, que esta tarde disputa su segundo partido de pretemporada, el que le enfrenta a la Gimmástica Segoviana, un rival idóneo para conmemorar el XXXII Trofeo Ciudad de Ávila. Otro rival exigente, como lo fue Unionistas, para seguir aprendiendo y acumulando minutos. El primer encuentro mostró que el Ávila, aunque necesita rodaje para desarrollar los automatismos, mantiene la esencia del año pasado. «La plantilla tiene mucho hambre como mostró la capacidad de supervivencia ante un rival superior como lo fue Unionistas. Estamos contentos», dijo el técnico Miguel de la Fuente.
El entrenador empleará el partido de hoy «con la idea de seguir asociando a los jugadores nuevos y de seguir aumentando la carga física». Es decir, un planteamiento parecido al del sábado, por lo que la idea es que participen todos los jugadores disponibles. Sin embargo, no estarán Tena y Babacarr por motivos físicos. «Babacarr sufre una rotura en los isquios y no podremos contar con él. A Tena le vamos a reservar, porque notó un mal gesto en la rodilla y es mejor no asumir riesgos», desveló.
Cuando solo queda un mes para el comienzo de la competición oficial, el cuerpo técnico encarnado ya piensa en el primer choque contra el Fabril y en aquellos jugadores que pueden ser importantes en el arranque. Por eso, contra el Valladolid Promesas plantearán otra estrategia para que «los jugadores que pueden ser protagonistas lleguen al primer partido habiendo jugado muchos minutos juntos», argumentó De la Fuente. Hoy el Real Ávila espera seguir aprendiendo y, si es ganando, mejor.