El Chaparrín, un camino de solidaridad

E.C.B
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El XIII Chaparrín Andarín reunió este fin de semana en Padiernos a cerca de 1.500 participantes, que hicieron este recorrido de 5 kilómetros a favor de la Asociación Española contra el Cáncer

El Chaparrín Andarín volvió a tomar las calles de Padiernos este fin de semana para cumplir un año más, y ya son trece, con una cita solidaria a favor de la Asociación Española contra el Cáncer que arrancó en el año 2012 y que edición tras edición no ha parado de crecer. En esta ocasión, la cifra final de participantes rondó los 1.500 y desde la organización se destacó que fue una «fiesta total».

Aunque la inscripción previa online hacía pensar a la organización en una primera salida histórica el sábado por la tarde, el inicio del Chaparrín fue aún más numeroso, con 333 andarines con muchísima ilusión pese al calor reinante, que tomaron las calles de Padiernos para recorrer los 5 kilómetros de este reto solidario que busca superar o al menos igualar números de otros años.

Gentes de todas las edades entre los participantes, la mayoría de ellos que repetían experiencia, aunque también hubo en esa primera marcha 42 que se sumaban por primera vez a este evento que ya a primera hora de la mañana sumaba los 900 andarines y cuya última salida tuvo lugar en la tarde de ayer, a las 20,00 horas, para poner en punto y final a 24 horas ininterrumpidas de caminata en favor de la Asociación Española contra el Cáncer, a la espera de conocer las cifras definitivas tanto de participantes como de la recaudación.

El Chaparrín, un camino de solidaridadEl Chaparrín, un camino de solidaridadDurante el desarrollo de esta iniciativa solidaria hubo además diferentes actividades paralelas, que comenzaron ya el sábado al ritmo de la dulzaina y el tamboril y siguieron esa primera noche con sevillanas y flamenco de la mano de Eva Carrasco y el grupo Comparsa, primero, y con una observación astronómica con el Grupo de Observadores Astronómicos de Ávila (GOAA) y un chocolate con churros para todos los participantes ya de madrugada.

También el domingo se celebraron diferentes propuestas para animar a la gente, adultos y niños, a participar y disfrutar de este gran evento que une actividad física y solidaridad.  Así, por la mañana hubo un almuerzo al estilo tradicional y acto seguido comenzaron unos talleres infantiles de pintacaras, brochetas, pintauñas y máscaras gracias a la colaboración de voluntarios locales y Mapfre. Y ya a mediodía, para refrescarse, hubo un cañón de espuma y también música en directo, mientras que por la tarde se celebró una charla sobre salud pélvica, control postural y actividad física con la fisioterapeuta Lucía Jiménez y para los pequeños se instaló un castillo hinchable, quedando para la recta final una masterclass de zumba con Mavi y el sorteo de diferentes regalos.

Toño Rebollo, gran impulsor del Chaparrín Andarín, señalaba que había sido una «fiesta total de la solidaridad» y hacía hincapié en que la participación había sido «magnífica», no solo en las marchas, «que ya lo imaginábamos», sino «también en todas las actividades paralelas que se había preparado durante los dos días», y como muestra las más de 50 personas que acudieron a la charla sobre salud pélvica de este domingo por la tarde y el gran ambiente que había en la plaza los dos días.

El Chaparrín, un camino de solidaridad
El Chaparrín, un camino de solidaridad
Así, aseguraba Rebollo que «la satisfacción entre todos los participantes ha sido total. Todo el mundo se ha ido muy satisfecho porque la organización ha sido muy buena, especialmente con la comida, porque hemos dado chocolate con churros, un almuerzo y ha habido embutido y cortadores de jamón».