Vasco de la Zarza fue «un genio creativo, cuya imaginación y destreza han dejado una huella indeleble en el mundo del arte». Así definió el diputado de Cultura, Javier González, al insigne escultor del Renacimiento español, protagonista de las jornadas 'Vasco de la Zarza y su tiempo' con las que la Diputación Provincial ha querido reivindicar su memoria con motivo del V Centenario de su muerte.
Unas jornadas que en su segundo día se trasladaron al Palacio Los Serrano y contaron con la presencia del doctor en Historia, Serafín de Tapia, que ofreció una magistral conferencia sobre la ciudad de Ávila a nivel social, político, económico y cultural en el tiempo de Zarza.
Se cerraba así esta actividad dividida en dos jornadas de acercamiento a «una figura tan grande que dejó huella en el arte abulense y sobre todo en la cultura», afirmó Javier González durante la clausura, quien subrayó la importancia de estas jornadas para la Diputación y en especial para el área de Cultura y la Institución Gran Duque de Alba, que han contando para su celebración con el apoyo del Archivo General Militar, la Subdelegación de Defensa en Ávila, la Fundación Ávila y la diócesis.
Diputación reivindica a Vasco de la Zarza, "un genio creativo"«Vasco de la Zarza es alguien que 500 años después de su muerte, sigue hablándonos a través del alabastro y de otros materiales con los que fue capaz de captar y sobre todo de expresar la fe, la tradición, la sociedad y la cultura de su tiempo», afirmó el diputado provincial, quien recordó que la Diputación está trabajando en la preparación de nuevas actividades, como el décimo aniversario de la muerte de Adolfo Suárez.
Junto a Javier González estuvo en la clausura el coordinador de estas jornadas, Raimundo Moreno, quien quiso dar las gracias a los asistentes por «ese seguimiento tan importante y ese acogimiento tan caluroso que han tenido en la ciudad de Ávila», pero también a la Diputación «por apostar por la cultura» y a las entidades colaboradoras que «han ayudado a que esto sea posible».
Las jornadas se cerraron con una visita a la Cátedra de Ávila de la mano del profesor Ismael Mont.