El inicio de 2025 ha traído cambios en la atención farmacéutica en la zona de Burgohondo, donde parte de las farmacias han dejado de hacer servicios de guardia en horario nocturno (de 22 horas a las 10 del día siguiente), aunque se mantendrán durante el verano. Esto ha despertado las críticas de la Asociación de Vecinos 'Los Regagitos', que denuncian que se tiene que acudir a la capital abulense para adquirir los medicamentos en ese horario nocturno tras acudir a urgencias, mientras que desde el Colegio de Farmacéuticos y la Junta de Castilla yLeón explican la decisión para intentar mantener la «viabilidad» y la atención en unos centros en el que el uso en ese horario era mínimo y defendiendo que el propio centro de salud proporciona medicamentos en este horario.
Dentro de la zona se incluye a diez farmacias. Se trata de Villanueva de Ávila, Navarrevisca, Serranillos, El Barraco, Navaluenga, Burgohondo, Navarredondilla, Navalmoral de la Sierra, Hoyocasero y Navalosa. De ellas, son las de El Barraco, Navaluenga y Burgohondo las que siguen con las guardias nocturnas (las que correspondían, no más por el cierre), mientras que se dispensa al resto de hacer esas guardias. Por ejemplo hoy le correspondería a la de Navalmoral de la Sierra y desde las 22,00 a las 10,00 horas la referencia es Ávila capital.
Respecto a esta decisión, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Ávila, Marta Terciado, explica que algunas farmacias llevaban muchos años pidiendo las exenciones en las guardias en determinadas épocas del año. Hay que tener en cuenta, señala, que la zona tiene farmacias «muy heterogéneas» donde Navaluenga tiene más de 2.000 habitantes, y El Barraco y Burgohondo también tienen cifras más altas, pero hay otras farmacias «muy pequeñas», por ejemplo con Navarredondilla con 179 vecinos o Villanueva con 230 y teniendo en cuenta que en invierno viven «menos del 30 por ciento» de estos vecinos. A esto hay que añadir que en los últimos diez años cerraron las farmacias de Navatalgordo y Navalacruz.
Además, al ser farmacias tan pequeñas solo tienen un titular y si hacen las guardias luego tienen que seguir trabajando durante el día.
Todas estas circunstancias se han tenido en cuenta a la hora de tomar una decisión donde «el principal objetivo es garantizar que las oficinas de farmacia puedan prestar atención a los pacientes que lo necesitan» pero también hay que tener en cuenta la «viabilidad» económica de estas farmacias y el servicio. Puesto que si no hay viabilidad pueden llegar a cerrar y entonces se perdería un servicio esencial y habría más desplazamientos, explica Terciado.
Es por ello que se asumen este cambio en las guardias, teniendo en cuenta que mantenerse abiertas por la noche supone más gastos de calefacción y luz (servicios no remunerados), que se contrapone al poco uso que se hace de estas farmacias en ese horario. Es más, desde la Junta de Castilla yLeón se señala que los registros de dispensaciones aportados por las oficinas de farmacia muestran, por ejemplo, que las farmacias de Serranillos, Navarrevisca y Hoyocasero atendieron, cada una, a seis pacientes o menos en los servicios de guardia nocturna de todo el año, y la oficina de farmacia de Navalmoral de la Sierra, a sólo seis minutos de Burgohondo, no llega a 20 atenciones anuales.
Esto quiere decir que, teniendo en cuenta que el centro de salud que presta las guardias es Burgohondo, el camino supondrá «un desplazamiento de 30 minutos a la capital» que, en ocasiones puede ser más fácil que ir a otras localidades de la zona, explica Terciado.
El cambio se produce en los meses de invierno (del 15 de septiembre al 15 de junio), mientras que en verano se mantendrán las guardias en las pequeñas y El Barraco, Burgohondo y Navaluenga mantienen el servicio tenían asignado.
De esta forma, con respecto a esa zona básica de salud, las oficinas de farmacia de El Barraco, Burgohondo y Navaluenga asumen cada una anualmente 52 servicios nocturnos de lunes a viernes y 29 servicios nocturnos de fin de semana, mientras que el resto de las oficinas de farmacia realizarán las guardias nocturnas que les corresponda por turno entre el 15 de junio y el 15 de septiembre.
En todo caso, desde el Colegio de Farmacéuticos de Ávila quieren dejar claro que cualquier vecino con una queja puede dirigirse directamente a ellos para tratar la situación.
En cuanto al papel de la Junta de Castilla y León, se encarga de recibir la propuesta del Colegio Oficial de Farmacéuticos sobre el calendario de guardias de cada zona básica de salud y se aprueba por parte de la Consejería conforme a la normativa.
Respecto al cambio de situación y sus consecuencias, señalan que hay que tener en cuenta que, «cuando alguien va a un centro de salud de urgencias por la noche (a partir de las 22,00 horas), se le dispensan los medicamentos de uso común que puedan necesitar para estar medicado hasta el siguiente día laborable».
Hay que tener en cuenta que, como parte del centro de salud de Burgohondo, se incluyen a los municipios de Navaluenga, Burgohondo, San Juan del Molinillo, Navalmoral de la Sierra, Navarredondilla, Navalacruz, Navatalgordo, Navaquesera, Navalosa, Hoyocasero, Villanueva de Ávila, Navarrevisca y Serranillos. Aunque El Barraco no se incluye en cuanto a la atención sanitaria, sí lo hace como farmacia.
El cambio en la atención de las farmacias se dio a conocer tras la crítica hecha pública por la Asociación de Vecinos Los Regajitos, que habla de un «retroceso» y de «complicidad de la Junta de Castilla y León» al dar el visto bueno al nuevo sistema.
Como ejemplo señalan que «un vecino cuando a las 3,00 horas de la madrugada acuda a urgencias al centro de salud de Burgohondo y los médicos de guardia le receten un medicamento, antes tenía las farmacias de los pueblos de alrededor de guardia toda la noche» y con el nuevo sistema «van a tener que acudir a la farmacia de guardia de Ávila capital. Es decir, tienen que hacer 38 kilómetros desde Burgohondo hasta Ávila y luego la vuelta a su localidad». Por ello se preguntan qué va a ocurrir con los vecinos que no tienen medios de transporte para acudir a la farmacia de la capital y si se van a quedar sin la medicación que les receten. Es por ello que piden a la Junta de Castilla y León y a la Diputación de Ávila «que busquen una solución a este grave problema» y a alcaldes y diputados provinciales «que defiendan los intereses de sus vecinos y hagan todo lo posible para que las guardias del área del centro de salud de Burgohondo vuelvan como estaban».
Concluyen señalando que cuando «cada día se habla de la España Vaciada, nuestros gobernantes son los culpables de esta situación al no prestar servicios básicos públicos a sus habitantes».